Las 5 nuevas reglas que quiere implantar la FIFA

La FIFA quiere modernizar el fútbol. El organismo internacional considera que algunas de las reglas actuales están obsoletas o podrían mejorarse y está trabajando en su perfeccionamiento. Tanto es así que ya las está probando en The Future Cup, un torneo experimental con equipos sub-19 como el Brujas o el PSV Eindhoven.

El objetivo no es otro que hacer un fútbol "más emocionante y atractivo", aunque de momento solo las está probando para analizar si es factible llevarlas a cabo en un futuro próximo. Ya les advertimos de que estas nuevas normas les puede resultar chocantes, pero como en cualquier otro ámbito de la vida, todo es cuestión de adaptarse.

Partes de 30 minutos

La primera modificación tiene que ver con la duración de los encuentros. El tiempo de juego real de los partidos suele ser objeto de discusión por la cantidad de minutos que se desperdician. Con esta norma se acabaría el debate porque se jugarían dos partes de media hora cada una, el tiempo iría descontándose del cronómetro y se pararía cada vez que el balón no estuviera en juego. De esta manera habría 60 minutos de juego real.

Cambios ilimitados

Con la aparición del COVID-19 los cambios pasaron de tres a cinco. Ahora la FIFA estudia implantar los cambios ilimitados como ocurre en baloncesto o balonmano. Al detenerse el crono, no se perdería tiempo y los entrenadores tomarían un papel más intervencionista.

Saques de banda con el pie

Se acabó el coger el balón con las manos para sacar de banda. Ahora los lanzamientos podrían ejecutarse con el pie y eso le daría mayor alcance a cada acción. El fútbol sala, un espejo donde mirarse.

Sacar en conducción

Ligada a la norma anterior estaría esta otra. En las acciones a balón parado, ya no sería necesario pasar la pelota a un compañero para iniciar la jugada porque el ejecutor podría conducirla. Lo mismo ocurre con los saques de banda. Es obligatorio que el cuero esté parado antes de salir corriendo, eso sí.

Cinco minutos de sanción por cada amarilla

La última norma de este experimento tiene que ver con las cartulinas. Ahora recibir una tarjeta amarilla conllevaría una sanción de cinco minutos fuera del campo. Pasado ese tiempo, el futbolista podría incorporarse de nuevo al partido.