| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Hay que solucionar el problema de los precios eléctricos en España

El gobierno necesita la colaboración de las eléctricas para aumentar y acelerar la transformación energética. Deben ser sus aliados para conseguir la autosuficiencia energética.

| Rodrigo Martínez Economía

El gobierno tiene que tender la mano a las eléctricas, que le han demostrado al presidente que no tienen beneficios caídos del cielo. Cosa por cierto que no han podido hacer otras compañías que sí tienen beneficios extraordinarios. Es por eso que resulta fundamental fomentar redes y almacenamiento que permitan llegar a una autosuficiencia energética  que impulse la transición verde.

Las eléctricas insisten además en que, si no se pone un tope al precio del gas, los grandes perdedores son los consumidores y las familias. Aquellos clientes más vulnerables que, a pesar de ser sólo un 10% de la demanda eléctrica, están pagando unos precios desorbitados porque su tarifa regulada está sujeta, sólo en el caso de España, a un precio internacional que se ha disparado. Eso no ocurre en ningún otro país. Esa debe ser la principal preocupación.

El gas, no la electricidad, es el responsable de la subida del precio de la luz, ya que las eléctricas compran el gas más caro, lo que afecta a un 20% de la demanda eléctrica (de los cuales 1.2 millones son vulnerables). El otro 80% está vendido a plazo fijo, y es por eso que la mayoría de los españoles pagan lo mismo que hace un año. España es la nación de la UE que más barato vende los contratos a plazo fijo. Aproximadamente 34 euros MWh.

¿Entonces por qué dicen que las eléctricas venden pollo a precio de solomillo, es decir, cobran a precio gas lo que produce con energía eólica barata a lo largo del mes? Es completamente falso. El día se divide en horas. Las eléctricas cobran por horas. Cuando una determinada hora, pongamos que a primera, encendemos la luz, está tirando por ejemplo de eólica y nos cobrarán el precio de la misma. Ahora bien, si usted enciende la luz a las siete de la tarde, cuando está vendida toda la renovable y hay que tirar del gas para llevarle la luz a su domicilio, le cobrarán sólo en esa hora el precio del gas.

Pero es probable que usted sea ese 80% de la demanda que paga un precio fijo. Y esto no le afectará, y no se reflejará en las cuentas de resultados de las eléctricas, cuyo beneficio lo obtienen de un mercado globalizado.  Sin embargo el gas que compran para producir electricidad si les sale más caro. El resultado es que a iguales ingresos aproximadamente y mayores costes, obtienen menos beneficio potencial, porque además las inversiones que realizan son a largo plazo.

El gas se vende en España al doble del precio al que llega a nuestras fronteras, y España es el cuarto país de la UE con más impuestos en el recibo eléctrico para los hogares. Sólo nos ganan Alemania, Dinamarca y Portugal. En España hay impuestos a la producción, peajes, IVA, etc. ¿Qué se puede entonces hacer para que ese 20% no sufra los incrementos del precio del gas? Topar el precio del mismo para la producción eléctrica.

Desde luego hay que desligar la tarifa de los más vulnerables, 1,2 millones, que aunque sean una minoría, son los más necesitados. Desligarla, decimos, de los precios internacionales, excentricidad que solo ocurre en España. Y, además, con carácter de urgencia, habría que utilizar la recaudación récord obtenida por el CO2, 4.200 millones de euros, para lograr que haya un precio máximo para ellos.