Sánchez amnistía y Europa acusa: los lazos de Puigdemont y Putin

El inmoral comportamiento de Pedro Sánchez respecto a Carles Puigdemont está quedando en evidencia donde más le duele al presidente del Gobierno y donde menos control tiene: la Unión Europea. Mientras aquí el PSOE y el Ejecutivo hacen contorsionismo democrático y jurídico para borrar los delitos del prófugo ex presidente de la Generalitat de Cataluña, la Comisión Europea señala directamente los vínculos entre el mandatario ruso, Vladimir Putin, y el propio Puigdemont.

Difícil explicación tiene para Sánchez esta situación. Más aún cuando aquí en España un juez, el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, investiga también este asunto y aprecia indicios de un presunto delito de traición en Carles Puigdemont, que se reunió con un emisario de Putin apenas 24 horas antes de la declaración ilegal de independencia. 

Este martes el Pleno de la Eurocámara ha celebrado un debate sobre el “Rusiagate y las alegaciones sobre las interferencias rusas en los procesos democráticos de la Unión Europea”, con mención especial para el caso de Cataluña en boca del vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas. El griego ha pedido que la UE investigue las injerencias del Kremlin en las democracias europeas, interfiriendo en conflictos nacionales, desde los chalecos amarillos en Francia hasta el brexit pasando por el procés catalán con el objetivo de desestibilizar a la UE. 

La corrupción política que supone comprar la investidura a cambio de una ley de amnistía a unos políticos bajo sospecha, ahora también por traición, podrá imponerse en España gracias al control institucional que ejerce el sanchismo, pero es muy complicado que supere la muralla de la UE. Ahí, contra ese muro, puede acabar estrellándose la ambición indecorosa y antidemocrática de Pedro Sánchez.