Sánchez, el Nixon español que no dimite

Pedro Sánchez ha justificado en TVE su cambio de posición respecto a la Ley de Amnistía, aquella que hace cuatro meses no iba a conceder porque era inconstitucional y que ahora ya ha iniciado su trámite parlamentario para ser aprobada lo antes posible.

Reconoce el presidente del Gobierno que lo que ha cambiado en estos meses ha sido el 23J, el resultado electoral. Es lo mismo que en realidad dijo Óscar Puente. No habrían promovido la amnistía de no haber necesitado los votos del prófugo Carles Puigdemont.

Es un reconocimiento implícito de que sólo la ambición de poder le ha llevado a pactar esa amnistía con los propios delincuentes a cambio de permanecer en el mismo. Y lo dice sin pestañear, sin atisbo alguno de remordimiento, sin un leve síntoma de avergonzarse.

Pedro Sánchez se parece cada día más a Richard Nixon, el presidente de EEUU envuelto en escándalo del Watergate. En una entrevista en 1977 reveló al periodista David Frost su opinión sobre los delitos que se le achacaban para lograr la reelección: “Si lo hace el presidente, entonces no es ilegal”.

Eso mismo, con otras palabras, es lo que han dicho algunos de sus ministros al ser preguntados por la amnistía que ellos mismos tildaban de inconstitucional. “La inconstitucional era la Ley de Amnistía que registraron los separatistas en 2021, la nuestra es plenamente constitucional”, dicen sin inmutarse. 

Sánchez está convencido, como Nixon, de que lo que él haga es necesariamente legal. No puede ser ilegal porque lo ha hecho él, que es el presidente. Por eso le resbaló por completo que el Tribunal Constitucional declarara ilegales los dos estados de alarma decretados por su Gobierno durante la pandemia. “Volvería a hacer lo mismo”, dijo entonces al más puro estilo Nixon.

Eso sí, hay una diferencia sustancial entre ambos presidentes. Richard Nixon acabó dimitiendo. Le costó, pero finalmente se marchó a su casa. Los americanos tuvieron más suerte que nosotros.