Vendimiar para el Fondillón en Torre Juana

En Conduchos de Navidad, Francisco Martínez Montiño, cocinero mayor del Rey Felipe II, escribe en un libro impreso por Joachin Guardiola (Alicante 1585): “Entre todos los vinos generosos questa Huerta produce, se encuentra en el primer lugar éste, que tiene nombre propio: Fondillón, es vino dulce, añejo, de la Huerta de Alicante. La fama de que goza es tanta que en probándolo han proferido los señores Príncipes: -¡pero si éste el famosísimo ‘vino de Alicante’, que tanto renombre tiene en diversos países¡ Tengo mis barruntos que el origen del Fondillón es el mismo del ‘Pedro Ximénez’ el celebrado vino de Xerez del que también se dice traxo su vid un soldado del Rey Carlos I”. Y en el prólogo afirma el cocinero real: “Está la campiña de Alicante plantada de abundantes viñas, que deven su origen a un tal Pedro Simón, quien en tiempos del Señor padre de mi Rey, traxo de las cuestas de la ribera del Rhin una casta de viña que plantó en las cercanías de esta Ciudad”.

El poder de convocatoria de Andrés Pedreño reunió este martes, sin la menor solemnidad pero con el mayor afecto, a un nutrido grupo de amigos en su fortaleza de Torre Juana –allí donde se dan cita innovación, tecnología y experimentación agrícola- para realizar la primera vendimia de la uva Monastrell, con la que Rafael Poveda y Juan Manrique (CEO de MGWines) producirán algunas botellas del afamado Fondillón que podrá degustarse dentro de unos años. Un vino -uno de los pocos del mundo con nombre propio- que está amparado por la Denominación de Origen Protegida Vinos de Alicante, y protegido y reconocido por la Unión Europea como uno de los “vinos de lujo europeos”, categoría solo compartida con Jerez, Burdeos, Oporto y Champagne. El nombre, procedente de “fondo” o “fondillo”, se atribuye al largo tiempo de crianza (diez años) que necesita este vino en las cavas para ser elaborado, por lo que los bodegueros colocaban las barricas al fondo de la bodega. Y dicen los que saben de esto que Shakespeare, Miguel de Cervantes o Emilio Salgari lo nombran en algunas de sus obras e igualmente se encuentran referencias en El Conde de Montecristo, de Alejandro Dumas o en Robinson Crusoe, de Daniel Defoe.

Rafael Poveda Bernabé (Bodegas Salvador Poveda), enólogo e investigador, conoce como pocos la historia del Fondillón en nuestra provincia; y es unos de los responsables de que el mítico vino alicantino que tuvo su cuna en Torre Juana se recuperara en las tierras altas de Alicante, tras la filoxera de 1913 que arrasó las viñas. Hace algún tiempo, Poveda realizó en una parcela de TJ una plantación simbólica con sus vides del Vinalopó (actualmente la base de la elaboración del Fondillón) para recuperarlo en sus orígenes: la huerta alicantina y especialmente en Torre Juana, según él la bodega histórica del Fondillón más importante de esta zona. Y durante el acto del martes nos explicó las labores que se llevaban aquí a cabo, la entidad de las cubas y la ubicación de las barricas/toneles de vino, así como numerosos detalles ligados a la arquitectura de TJ, sus bodegas y las actividades agrícolas del entorno. Así, ha resultado ahora que la filoxera que el pasado siglo acabó con el esplendor del fondillón en Torre Juana, vuelve a su origen 108 años después.

A las 9 de la mañana Toño Peral, teniente de alcalde, concejal de Presidencia, Innovación y Coordinación de Proyectos en el Ayuntamiento de Alicante, inauguró la vendimia. También se sumó desde el primer momento el invitado de honor, Pedro Mier, presidente de AMETIC, desplazado desde Madrid. Estaban los chefs Pablo Montoro (Ex-El Bulli, Hacienda Benazuza, Sha Wellness Clinic y, ahora, Espacio Montoro) y Paco Ramón (El Delfín, Maestral, Azahar…), Guillermo Severa (Restaurante Pocardy-Hotel Almirante) y Mauricio Magaña (Red Line), Santiago Orts (Premio Nacional de Gastronomía), Pepe Orts (Mixología botánica) y Oscar Carrión (director de Gastrouniversia).

Además de varios colegas de los medios de comunicación, acudieron al acto por parte de la Universidad de Alicante: Ana Laguna (delegada de la Rectora), Miguel Louis, Luis Ramos, Francisco Poveda, Ana Ramón y Luis Moreno; Eliseo Pascual (Facultad de Medicina Universidad Miguel Hernández). Entre los artistas, la joven Perceval Graels y Marta Martín de Angulo.

El mundo empresarial y emprendedor contó con Rafael Ballester (INECA), Antonio Alvarez (Director territorial de Vodafone C. Valenciana, Murcia y Baleares), Fernando Plaza (fundador GTT), Pablo Belmonte (Human Brain) y Carol López Egea (INFIVÉ), José Luis Romeu (IP Ingenieros paisajistas), Isidro Fernández (CEO de Bumerania Robotics y presidente de la asociación de la Cofradía de Caballeros y Damas del Fondillón), Aurora Fulleda (Aquora). Llegaron desde Elche Joaquín Garrido (Clavei); de San Juan, Begoña Piqueres (El Garaje Coliving) y desde Murcia, María Amelia España (Finca La Corromoto). Por el Ayuntamiento de Alicante asistieron Mari Carmen Ibáñez y Gaspar Mayor.

Por parte de Torre Juana, los miembros de la comunidad internacional de Cookpad, 1Millionbot, Gente Comunicación y Lucentia que tras hacer una visita madrugadora al Mercado Central alicantino se sumaron a la vendimia con representantes de Reino Unido, Estados Unidos, Tokio, Vietnam, Turquía, Italia e Indonesia entre otros países, que escucharon las detalladas explicaciones de Rebecca Rippin y María Puig, acompañadas de Pedro Picatoste y Elena Gomis, que se sumaron con su equipo de Gente Comunicación, Inma Guilló, Alma Galiana, Sabina Antón, Andrés Lillo y Guillermo Rosser, junto con Laura Cárdenas. Por Lucentia participaron Juan Carlos Trujillo y Miguel Angel Teruel y en representación de 1MillionBot Raquel Pomares, Diego García y Andres P. Lloret. Organizándolo todo desde IT&IS estaban Julia García, Trini Mora y Marilú Hernández. Sin olvidar a quien ha cuidado todo el año de las vides: Said Elouardi.

El Fondillón es el vino noble de Alicante, entendiendo como tal aquel que ha conseguido su alta graduación alcohólica de manera natural, siendo además uno de los vinos históricos más importantes de Europa. Ha de elaborarse exclusivamente con uva Monastrell y se caracteriza por una alta graduación de unos 18º aunque, a diferencia de los vinos fortificados, toda procede del azúcar existente en la uva. Esa graduación alcohólica natural es conseguida por la sobremaduración de las uvas en la propia cepa lo que propicia a la vez el más alto nivel de aromas y sabores de la uva Monastrell que, matizados durante la fermentación y posterior crianza en escala de soleras, se convierte con el paso de los años en esta singular joya enológica hasta el punto que llegó a gozar de gran predicamento en algunas Cortes reales europeas.