¡Prepara unas deliciosas magdalenas de chocolate siguiendo nuestra receta y sorpréndete con su textura y sabor!
El chocolate se ha convertido en un alimento deseado por muchos, y también temido por otros, debido a su poder adictivo. Comer chocolate es placentero y no es casualidad sino química.
El chocolate contiene en pequeñas cantidades una sustancia llamada feniletilamina, que desencadena en el cerebro una liberación de endorfinas, unos neurotransmisores que provocan bienestar. Antes de contarte la receta de magdalenas descubrimos algunas curiosidades sobre uno de los ingredientes: el chocolate.
El chocolate es un manjar que se obtiene de los frutos del árbol de cacao, nativo de América Central y del Sur. Estos frutos se conocen como vainas y cada una contiene aproximadamente 40 granos de cacao. Estos granos se someten a un proceso de secado y tostado para dar lugar a lo que conocemos como granos de cacao.
La historia del chocolate es antigua y misteriosa. Los rastros arqueológicos sugieren que el cacao fue utilizado por primera vez en Mesoamérica hace unos 3.900 años.
Se sabe que la cultura Olmeca, que existía alrededor del 1500 aC, ya disfrutaba del cacao como bebida. Aunque no se sabe con certeza quién inventó el chocolate, su presencia en la región es innegable.
Recientemente, una investigación publicada en Communications Biology sugiere que el cacao se domesticó por primera vez hace unos 3,600 años, pero esta teoría desafiaba la creencia convencional de que esto sucedió en Mesoamérica. En lugar de eso, la investigación sugiere que el cultivo del cacao pudo haber comenzado en América del Sur, específicamente en lo que hoy es Ecuador.
Tanto los mayas como los aztecas tenían una relación especial con el chocolate. Para ellos, el cacao tenía un gran valor, incluso utilizaban los granos de cacao como moneda. El chocolate no solo era un placer, también tenía usos ceremoniales y medicinales, como alivio del dolor.
Los mayas transmitieron su conocimiento sobre el cacao de los olmecas y lo incorporaron a sus celebraciones y ceremonias. El chocolate era una parte común de su dieta, y lo disfrutaban en cada comida. El chocolate maya solía ser espeso y espumoso, ya menudo se mezclaba con chiles, miel o agua.
Los aztecas llevaban su aprecio por el chocolate a un nivel superior. Creían que el cacao les había sido regalado por sus dioses y consideraban los granos de cacao más valiosos que el oro. El xocolatl, como lo llamaban, era disfrutado principalmente por la clase alta, aunque las clases más bajas lo probaban en ocasiones especiales como bodas y celebraciones.
Uno de los amantes más famosos del chocolate azteca fue Moctezuma II, un gobernante azteca que se dice que bebía grandes cantidades de xocolatl a diario para obtener energía y como afrodisíaco.
También reservaba algunos granos de cacao para sus soldados.El chocolate de esa época era amargo y se consumía con especias, agua y flores secas. Sin embargo, a lo largo de los siglos, el chocolate experimentó cambios significativos en su sabor y preparación.
En el siglo XVI, gracias a Hernán Cortés, el chocolate llegó a Europa. En ese momento, no despertó mucho interés debido a su amargura. Incluso Hernán Cortés menciona el cacao más como moneda que como alimento.
Fue en el siglo XVII, gracias a unas monjas de Oaxaca, México, que el chocolate comenzó a transformarse. Añadieron azúcar de caña y aroma de vainilla al chocolate, convirtiéndolo en un manjar delicioso.
Monasterios y conventos jugaron un papel importante en la difusión del chocolate a la taza. Se convierte en una bebida habitual para agasajar a los invitados y mantenerlos calientes. Sin embargo, aún se consumía solo en forma de polvo.
No fue hasta el siglo XIX, en 1828, que se creó la primera pastilla de chocolate sólido. Un holandés llamado Coenraad Johannes van Houten inventó una prensa hidráulica para trabajar la pasta de cacao, eliminando su amargura y haciéndola soluble en agua. El resultado fue el chocolate sólido con azúcar que conocemos hoy en día.
Utensilios
La historia del chocolate es un viaje fascinante que abarca miles de años y culturas diversas. Desde su uso inicial en Mesoamérica hasta su llegada a Europa y su transformación en el chocolate que amamos hoy.
El cacao ha dejado una huella indeleble en la historia de la humanidad. A lo largo de los siglos, el chocolate ha evolucionado desde una bebida amarga y ceremonial a un manjar dulce y ampliamente disfrutado en todo el mundo. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.