¿Te gustaría aprender a hacer un bizcocho de yogur tan rico y esponjoso como el que hacía tu abuela? Si la respuesta es sí, sigue leyendo, en ESdiario te contamos una receta deliciosa.
El bizcocho de yogur o "gâteau au yaourt ",es uno de los postres más populares de Francia. Se trata de una receta muy fácil de hacer, que se mide con el envase del yogur y que se puede personalizar con diferentes sabores y coberturas.
El bizcocho de yogur, conocido en Francia como "gâteau au yaourt", es una joya de la repostería francesa que se ha ganado un lugar especial en los corazones de la gente.
Su simplicidad es tal que a menudo es la primera receta de repostería que se le enseña a preparar a los niños franceses.
Tradicionalmente, los ingredientes se median en pequeños vasos de yogur individuales, añadiendo un toque de encanto a su preparación. En muchos sentidos, el bizcocho de yogur se asemeja a la versión francesa del bizcocho, compartiendo un sabor similar con un sutil aroma a vainilla.
A pesar de su arraigo en la cultura culinaria francesa, el origen del bizcocho de yogur permanece envuelto en el misterio y la incertidumbre. Se cree que esta deliciosa creación se remonta a la segunda mitad del siglo XX, aunque lamentablemente, la documentación histórica que respalde esta afirmación es escasa. Sin embargo, existen algunas pistas interesantes que arrojan luz sobre su posible origen.
Para comprender mejor el origen del bizcocho de yogur, es esencial rastrear la historia del yogur en sí. Aunque los primeros rastros de leches fermentadas se encuentran en Asia Central, con evidencias que datan del Neolítico hace aproximadamente 6000 años, los primeros yogures, según el Grand Larousse Gastronomique, tienen sus raíces cerca de Turquía en el siglo XI.
El yogur, en su forma original, se elaboraba a partir de leche de vaca, oveja o búfala, que se hervía hasta que perdía aproximadamente el 30% de su contenido de agua. Luego, se vertía en un odre o una tinaja de barro, permitiendo que fermentara de manera natural. Aunque hoy en día se produce industrialmente,
En Francia, el yogur no hizo su entrada hasta el siglo XVI, durante el reinado del rey Francisco I. Se dice que el monarca, aquejado de problemas digestivos, recibió tratamiento con un yogur elaborado a partir de leche de oveja.
Sin embargo, con el tiempo, la receta de este "alimento" cayó en el olvido. Fue en el siglo XX cuando el zoólogo, bacteriólogo e inmunólogo ruso Elie Metchnikoff promocionó ampliamente el yogur, argumentando que podría promover la salud y prolongar la vida.
A principios de la década de 1920, el emprendedor español Isaac Carasso comenzó a vender yogur en las farmacias, afirmando que sus fermentos lácticos ayudaban a aliviar las enfermedades digestivas. Posteriormente, en 1929, fundó la empresa parisina de yogures Danone". El consumo de yogur se popularizó aún más después de la Segunda Guerra Mundial.
Se presume que la invención del bizcocho de yogur se produjo después de la distribución masiva de yogur en Francia. La receta oficial de este apreciado pastel probablemente data de mediados del siglo XX, específicamente de la década de 1950 o principios de la década de 1960.
Este período coincide con el desarrollo generalizado de electrodomésticos como neveras y cocinas eléctricas que facilitaron la preparación de esta delicia. A pesar de nuestros esfuerzos, aún no hemos logrado identificar con precisión ni la fecha de invención ni al inventor detrás de esta maravilla de la repostería.
El pastel que describimos en la receta que verás a continuación, se caracteriza por su versatilidad y simplicidad, aspectos que se reflejan claramente en sus ingredientes.
Tanto el yogur griego como el yogur natural resultan apropiados, otorgando al cocinero la flexibilidad de no depender de compras de última hora, siempre y cuando uno de estos productos se encuentre en su refrigerador.
Si bien es cierto que técnicamente es posible utilizar yogur desnatado o bajo en grasa en la elaboración de este pastel, la excelencia de su textura y sabor emerge cuando se emplea yogur completo, aquel que conserva su contenido graso íntegro. Esta grasa yogur es la responsable de conferir al bizcocho su característica ternura y riqueza, además de ser la elección tradicional en la versión francesa original.
Ingredientes
Preparación
Consejos de almacenamiento
Este delicioso bizcocho, tiene una excelente durabilidad. Puedes almacenarlo envuelto adecuadamente y colocarlo en un táper o lata de metal, hasta 5 días. También es posible congelarlo por hasta 2 meses. Para descongelar, simplemente colócalo en tu despensa, o en una alacena a temperatura ambiente durante la noche antes de servirlo, para que alcance la temperatura ambiente.
Así de sencillo y delicioso es preparar un bizcocho de yogur que te encantará compartir con amigos y familiares. ¡Disfruta de tu creación! Si te ha sido útil el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.