| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Rajoy conversa con Iglesias y Herzog.
Rajoy conversa con Iglesias y Herzog.

La confidencia de Rajoy y el enfado de Soraya con Iglesias

La celebración del trigésimo séptimo aniversario de la Constitución estuvo de lo más animado en el Congreso, con los de Podemos haciendo de las suyas y Albert Rivera sudando la gota gorda...

| Ana Isabel Martín España

"Es un momento histórico", decía Victoria Rosell, juez en excedencia y candidata de Podemos en Las Palmas, mientras se hacía un selfie a punto de entrar en el salón de los Pasos Perdidos del Congreso.

Vaya si lo era. La troupe morada -Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, José Julio Rodríguez...-, con Pablo Iglesias a la cabeza, desembarcó en la Cámara Baja mirándolo todo como quien toma medidas en un piso al que va a mudarse.

Pocos aniversarios de la Constitución se recuerdan con tal cantidad de personalidades asistentes como la de este trigésimo séptimo cumpleaños. La mayoría vestidos de gala para la ocasión; él, el líder de Podemos, en mangas de camisa, una imagen muy comentada que algunos entendieron como una falta de respeto. 

Aun así Iglesias fue uno de los invitados estelares, y el primero al que saludó Mariano Rajoy después del discurso institucional del presidente del Congreso, Jesús Posada. ¿Qué le dijo el líder del Ejecutivo y candidato del PP? Según coleta morada, que Podemos va "muy bien" en las encuestas. Una confidencia que acabó en manos de la prensa. Y tan contento que se quedó Iglesias.

Las encuestas fueron un tema recurrente en los corrillos, muy concurridos

De encuestas se habló mucho en los corrillos posteriores, en los que Rajoy no quiso mojarse más de la cuenta ante los periodistas. Se mostró convencido, eso sí, de que el PP va a seguir subiendo en esta campaña y afirmó que segundo puede quedar cualquiera, incluido Podemos.

Por cierto que el presidente estaba satisfecho después de su intervención en La calle pregunta de La Sexta Noche, incluida su respuesta ante la pregunta de la ya famosa joven de Guadalajara que encadena contratos precarios. Según Rajoy, a la gente hay que decirle la verdad, y él lo hizo. 

A pocos metros de él Albert Rivera sudaba la gota gorda ante unos cuantos periodistas. Literalmente, porque en la pequeña sala había tanta gente viendo y dejándose ver el calor y los empujones eran una constante.

Contó el líder de Ciudadanos, al que acompañaban Ignacio Aguado y Begoña Villacís, que está aburrido de que le pregunten a quién va a apoyar tras las elecciones, y que él no está  para votar la investidura de Rajoy ni la de Sánchez. "¿Y la de Soraya?", preguntó alguien. "Tampoco", zanjó él.

Se refería a esa "operación Menina" que Iglesias se ha inventado y que el sábado soltó en un mitin desde Málaga. Una gracieta eso de Menina que a la vicepresidenta no le ha hecho ninguna gracia, y así se lo hizo saber a la prensa, indignada porque no esperaba ese ramalazo machista del candidato de Podemos

Soraya Sáenz de Santamaría fue una de las más buscadas, en vísperas del debate en el que se enfrentará a Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. La vicepresidenta señaló que Rajoy sólo le ha aconsejado que no estudie y que sus tres rivales le dan respeto, pero en ningún caso miedo.

Sánchez, de capa caída

¿Y qué era del candidato del PSOESánchez tuvo menos éxito en los corrillos que los otros candidatos, a pesar de haber intentado reventar la campaña ofreciendo un pacto postelectoral a C's y Podemos con el único objetivo de desbancar al PP.

Se barruntan el fiasco electoral los socialistas de Ferraz, que encima no se pueden quitar de la cabeza a Susana Díaz. La presidenta andaluza apareció en el Congreso en medio de un estruendo de flashes que ya habrían querido para sí Emiliano García Page y Guillermo Fernández Vara.  

Ella y Alberto Núñez Feijóo fueron los presidentes regionales que más expectación despertaron. Y Cristina Cifuentes en tercer lugar, tan conciliadora como siempre que se hizo una fotografía con el barón gallego y con Albert Rivera de muchos quilates.

Entre canapés, cábalas electorales y un cierto olor a despedida para aquellos diputados y senadores que saben que tienen muy difícil su reelección transcurrió la mañana en el Congreso. El próximo año Rivera e Iglesias ya no serán la novedad, pero a buen seguro seguirán estando entre los más buscados.