| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ballester, Baldoví, Iglesias y Oltra durante la campaña electoral
Ballester, Baldoví, Iglesias y Oltra durante la campaña electoral

Vuelan puñales: Podemos coloca al "traidor" de Compromís en la diana

La trifulca está servida. El diputado de Compromís es visto como el responsable del primer gran patinazo de Podemos. Pero sus fieles también le achacan lo suyo a Pablo Iglesias.

| Manuel Ortega España

Situación tensa, discreto silencio público y tormenta bajo cuerda. La cuestión del grupo parlamentario de Podemos y su confluencia ha marcado la andadura de los morados en el Congreso de los Diputados y la formación de Pablo Iglesias cruza acusaciones con los cuatro diputados de Compromís que, a su juicio, han hecho saltar por los aires la "unidad dentro de la diversidad". 

Cada uno tiene sus razones para cruzar espadas tras unas negociaciones en las que ha primado el secreto y cada uno carga también con su propia responsabilidad. El diputado de Compromís Joan Baldoví se ha convertido en el blanco de las iras de Podemos, que guarda las formas en público pero que no se recata en achacarle la autoría de una maniobra que ha dañado la imagen de los morados y sus socios. 

Por su parte, Baldoví y su entorno tampoco se recataron en la tarde-noche del martes de asegurar a quien quisiera oírles que su postura era consecuente con el acuerdo mantenido con Podemos. Los cuatro diputados de Compromís alegaban que Iglesias no había cumplido su promesa de los cuatro grupos y eso les desvinculaba de cualquier pacto. 

Los diputados de Compromís acusan a Iglesias de no cumplir su promesa y de falta de visión política

Además, fuentes cercanas a Compromís acusaron a Iglesias de haber evitado la formación de un grupo que hubiera contado con los dos diputados de Izquierda Unida para evitar darle oxígeno a la coalición. 

A Iglesias también se le señala por su falta de visión política, ya que el argumento de la Mesa para la no existencia de cuatro grupos se hubiera podido sortear con la creación de partidos instrumentales. Sin embargo, el secretario general de Podemos cortó esa posibilidad desde el primer momento en las negociaciones por la confluencia.

En todo este asunto se olvida, por otra parte, que el 75% del Bloc, principal integrante de Compromís, rechazó concurrir junto a Podemos en las generales. Si la propuesta salió adelante fue gracias a Mónica Oltra, adalid de la confluencia que se ha quedado en una situación difícil dentro de su partido.

Desde Podemos se insiste en que el partido ha hecho todo lo posible por sacar adelante su promesa pero que ésta se hizo inviable por cuestión matemática al estrellarse contra el muro de la composición de la Mesa del Congreso. 

La filtración de una lista valenciana con diputados podemitas ha sido considerada una puñalada

Otras fuentes de Podemos insisten en señalar que Baldoví y los otros tres han demostrado que esperaban cualquier ocasión para poner tierra de por medio y que "trastearon" a espaldas con IU y el PSOE. Los morados denuncian la filtración de una lista -borrada más tarde- en la que figuraban los nueve diputados del grupo valenciano como una "puñalada". 

Precisamente esa lista acabó de romper las amarras cuando los cinco diputados podemitas valencianos, con Ángela Ballester en la cabeza, tuvieron constancia de que sus nombres aparecían en una maniobra sin ninguna posibilidad de prosperar cuando todavía no se habían concluido negociaciones. Los morados valencianos y el entorno de Iglesias temían que la iniciativa de Compromís pudiese condenarles al Grupo Mixto si, como todo parecía indicar, no prosperaba. 

De hecho, la aparición de la propia Ballester como portavoz adjunta en esa terna causó sorpresa entre quienes siguen la actualidad de Podemos, ya que conocen la vinculación de la dirigente valenciana de Podemos con el núcleo duro de Iglesias

La respuesta de Podemos no se hizo esperar: el secretario político de la formación, ahora también portavoz del "grupo confederal", dio luz verde a la oferta de una "agrupación" valenciana para dar cobijo a los cinco diputados leales del partido.

Fuentes de Podemos desconfían del funcionamiento del "grupo confederal"

La medida, casi de urgencia, deja a Podemos y sus socios gallegos, catalanes y valencianos -salvo Compromís- en una especie de albondigón como grupo parlamentario.

En principio, Iglesias controla a los diputados de Podemos puros y puede contar con los valencianos, adscritos a su partido. En el caso de los catalanes, encabezados por Xavier Doménech, la relación con los dirigentes podemitas es buena pero hay que contar con las directrices procedentes de Ada Colau y su entorno en Barcelona. 

El punto flaco del "grupo confederal" reside en los gallegos. Al menos, así lo ven fuentes cercanas a Podemos, que apuntan a En Marea como posible foco de conflicto por el tutelaje de Xosé Manuel Beiras y la forma de funcionar de su "agrupación" dentro del grupo. 

Precisamente la fórmula de las "agrupaciones" supone que cada una de ellas dispone de autonomía política y económica y libertad de voto, lo que quiere decir que los 65 diputados con los que han quedado los podemitas y sus socios, llegado el caso, no garantizan ese número de votos en según qué propuesta. Otro quebradero de cabeza más para Iglesias y los suyos.