| 14 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Rajoy, durante su intervención en el último congreso del PP
Rajoy, durante su intervención en el último congreso del PP

La posible formación de gobierno aplaza el "futuro" de PP y PSOE

La cuitas internas de los partidos, lo "orgánico", va a tener que esperar. Populares y socialistas deben renovar sus direcciones pero, de momento, el bloqueo también retrasa sus congresos.

| Charo Zarzalejos España

En estos momentos lo que ocupa y preocupa es la posible, que no segura, formación de Gobierno, pero los dos grandes partidos, PP y PSOE, tienen en sus respectivas agendas la celebración de sus congresos internos . En ambos casos podrían suponer un antes y un después en los actuales liderazgos, cuestión esta que va a depender y mucho de cual sea el desenlace del actual estancamiento político.

En este atípico y cansino agosto, todas las expectativas están centradas en el proceso de dialogo y posible negociación que Mariano Rajoy quiere que tenga como resultado final la formación de un gobierno. Desde Moncloa se trabaja en ello aunque, hasta el momento, con nulos resultados prácticos puesto que ninguno de los dos partidos, Ciudadanos y PSOE, se han movido de sus posiciones iniciales que hacen inviable la puesta en marcha de un nuevo Ejecutivo.

De la formación o no de Gobierno depende no solo la elaboración de los presupuestos o el cumplimiento de los compromisos europeos, sino el futuro más inmediato de la vida interna de los dos grandes partidos. Tanto PSOE como PP tienen en sus agendas, pendientes de celebración ,sus respectivos congresos que desde hace varios meses se vienen atrasando “hasta a formación de Gobierno”.

El "fantasma" de Susana Díaz

En el PSOE, inicialmente estaba previsto que el 39 Congreso se celebrara los días 21 y 22 de mayo del año pasado, pero finalmente triunfó la tesis de Pedro Sánchez, partidario de acompasar los tiempos del partido a los tiempos políticos de España. No pocos vieron en esta tesis el presunto afán de Sánchez de permanecer al frente de la secretaria general y desde hace ya muchos meses, el PSOE va de tregua en tregua precisamente a la espera de salir del actual empantanamiento político que se viene arrastrando desde el pasado mes de diciembre.

Si mantiene el criterio ya expuesto, Pedro Sánchez se presentaría de nuevo a la secretaria general, pero como se señala en algunos sectores socialistas “hay demasiadas incógnitas como para hacer ni el más mínimo plan”. Una mayoría de la fuentes consultadas están seguras de que Sánchez intentará, “cuando toque”, revalidar su liderazgo pero también se da como seguro que habrá “competición” ya que surgirán candidatos a la elección. Estas mismas fuentes aventuran que “no habrá un espontáneo porque quien pretenda ser alternativa o competir con Sánchez, tendrá que ser un candidato suficientemente ahormado y con apoyos rotundos”; es decir, un candidato/ta previamente consensuado con los sectores “más fuertes” del partido.

La posible candidatura de Susana Díaz pese como una losa sobre los fieles a Sánchez, cada vez menos

Siendo importante quien ejerza el liderazgo, las personas más representativas el PSOE abogan “por un serio debate interno para que nuestro proyecto quede bien dibujado y delimitado para volver a ser el partido que siempre hemos sido y que ahora ya no somos. Los resultados electorales nos indican que algo estamos haciendo mal o que algo importante estamos dejando de hacer”.

El núcleo más próximo a Sánchez asegura que el actual secretario general esta “sorteando las dificultades externas y las internas porque hay muchos que ni comen ni dejan comer”. En este mismo sector del partido no se oculta el “hartazgo” que en más de una ocasión ha provocado Susana Diaz “con sus amagos de si pero no. Ahora Pedro está a lo que está y no hará movimiento alguno sin contar con el Comité Federal. Algunos quieren que se estrelle, pero él ya lo sabe”.

Nadie quiere ir más allá en las hipótesis y especulaciones, conscientes de que la actual incertidumbre política impide elaborar pronósticos. Se está a la espera del desenlace del proceso tendente a la formación de Gobierno y aunque en el PSOE se escuchan voces diversas tanto aconsejando a Sánchez que opte por la abstención como que opte por mantener el voto negativo en una posible investidura, en general todos están a la espera del inevitable movimiento final que tendrá que hacer el PSOE y que han dejado en manos del secretario general que, de momento, se atiene rigurosamente a lo decidido por el comité federal tras el 20D y que quedo ratificado tras el 26J aunque en esta ocasión no hubo resolución por escrito. No obstante, en lo que si hay coincidencia es que “el Congreso no puede ser ni va a ser un congreso más. Ese lujo no nos lo podemos permitir”.

PP: Congreso ordenado

Si la formación o no de Gobierno va a influir en el congreso socialista, mucho más lo hará en el congreso del PP,previsto en principio, al igual que el socialista, para este próximo otoño. Para entonces es seguro que se habrá resuelto la actual incógnita en lo que a la legislatura se refiere: o bien habrá un gobierno en minoría de corta duración o bien estaremos inmersos en un nuevo proceso electoral que muy probablemente conllevaría un nuevo retraso en las citas congresuales.

Si en el PSOE nadie se atreve a establecer demasiadas hipótesis, en el PP, mucho menos. “No es lo mismo tener a Rajoy en La Moncloa que no”, aseguran fuentes populares. En estos momentos en el PP no hay crisis alguna de liderazgo. Los últimos resultados electorales han fortalecido internamente a Mariano Rajoy que cuenta con el respaldo sin fisuras del conjunto del partido.

Sin embargo todos son conscientes de que “Mariano no es eterno” y creen que aunque al líder popular le gusta “ir paso a paso”, no descartan que en algún momento el propio Rajoy haya diseñado en su cabeza el futuro del PP, futuro que según su círculo mas próximo “ocurra lo que ocurra el no va a condicionar”. Quien más quien menos tiene la certeza de que aun cuando Rajoy volviera a ser presidente del Gobierno esta sería su última legislatura y “el actuará en consecuencia”.

Puesto que el PP vive momentos de “inquietud por la situación política” pero “con gran tranquilidad interna porque tenemos líder , proyecto y buenos resultados electorales”, la mayoría de las fuentes consultadas se atreven a aventurar que el congreso, “cuando se celebre va a ser un congreso abierto y ordenado en el que se establecerán los cambios que la militancia avale”.

El PP considera "indiscutible" el liderazgo de Rajoy pero un sector aboga por el "rejuvenecimiento"

Como los populares se resisten de manera absoluta a pensar en unas terceras elecciones, el mensaje compartido es que “Mariano es el líder indiscutible. Sabe que tiene a todo el partido detrás”. Si llegara a producirse el escenario de unos nuevos comicios, lo más probable es que el Congreso quedara nuevamente aplazado y lo que habría que debatir “si hay lugar para ello” es si Mariano Rajoy sería nuevamente el candidato. En este punto, nadie se pronuncia salvo para afirmar que no existe ningún argumento sólido para pensar lo contrario. “Si se llegara a esa situación el elemento decisivo sería la voluntad del propio Rajoy. Nadie le va a poner la proa para si hay nuevas elecciones el sea el candidato”.

En todo caso, el congreso del PP para muchos debe ser el “congreso de la renovación que en gran medida ya está hecha con la incorporación de los cuatro vicesecretarios” con incógnitas tan importantes como la continuidad o no de María Dolores de Cospedal en la secretaria de organización y, desde luego, la del propio Mariano Rajoy cuya suerte última, más allá de su voluntad, está condicionada por la formación o no de gobierno con él a la cabeza del mismo.

En cualquier caso ambos congresos prometen ser de extraordinaria relevancia política y que en función de los acontecimientos que ocupan el presente y el futuro más inmediato pueden deparar nuevos liderazgos; es decir, un antes y un después en los dos grandes partidos españoles.