| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Sánchez cede ante el separatismo maniatando al CNI tras un mitin contra el PP

El presidente del Gobierno ha anunciado una reforma de la ley reguladora del Centro Nacional de Inteligencia y una nueva ley de secretos oficiales que sustituya a la vigente, del año 1968.

| Andrea Jiménez España

Sánchez ha intentado cerrar la crisis abierta con el caso Pegasus con más cesiones al independentismo. El presidente del Gobierno ha anunciado este jueves una reforma de la ley reguladora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para aumentar su control, así como una nueva ley de secretos oficiales que sustituya a la vigente, del año 1968.

El Jefe del Ejecutivo ha hecho estos anuncios en el Congreso durante su comparecencia para dar cuenta del espionaje con el 'caso Pegasus', donde ha reivindicado el sistema que rige el funcionamiento de los servicios de inteligencia pero ha adelantado su voluntad de aprobar "avances normativos" acompañados de "mayores compromisos presupuestarios".

En este sentido, y tal y como ya adelantó ESdiario, ha anunciado una "adaptación" de la ley que regula el CNI, del año 2002, para adaptarla a los nuevos retos, sobre todo los derivados de las nuevas tecnologías, "mientras sigue cumpliendo su misión de servicios a la seguridad nacional y defensa de los intereses nacionales y el ordenamiento constitucional". Se trata, según ha apuntado, de mecanismos de control democrático.

Además, ha vuelto a prometer la reforma de la ley de secretos oficiales, ya incluida en los planes normativos del Gobierno de los dos últimos años. Sánchez ha asumido que esta medida es "fundamental e impostergable" para adaptar la norma a "los principios democráticos, constitucional y los mejores y mayores estándares internacionales". 

Un mitin electoral en medio del Congreso

Pero antes de hacer estos anuncios, el presidente del Gobierno ha dedicado más de media hora a atacar a la oposición, utilizando la tribuna del Congreso de los Diputados para pronunciar un mitin electoral remontándose a su discurso durante la moción de censura con el que finalizó el gobierno de Mariano Rajoy, cuando "España sufría y sufre un grave problema de desigualdad agravado por la pandemia y la guerra, pero iniciado por medidas neoliberales". "Con una mano recortaban y con la otra cobraban sueldos en B", ha dicho.

De hecho, tras enumerar algunos casos de corrupción relacionados con el PP, como la trama Gurtel o el caso Kitchen ha afirmado que existe una "corrupción democrática" pues "la derecha no acepta los resultados electorales y descalifica cualquier gobierno que no sea el suyo".

Además, ha ido un paso más allá y ha asegurado que, incluso, "cuando aparece un caso de corrupción en un partido, en lugar de sacar al culpable, echan al que ha señalado la corrupción", ha dicho en referencia a Pablo Casado, llevándose una ola de aplausos de la bancada socialista. 

Sánchez ha aprovechando la ocasión para tratar de enmendar sus declaraciones de la semana pasada cuando llamó "piolines" a los policías que fueron desplegados en Cataluña durante el procés

Así, Sánchez ha acusado al PP de "manchar la buena reputación de instituciones tan necesarias como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", aprovechando la ocasión para tratar de enmendar sus declaraciones de la semana pasada cuando llamó "piolines" a los policías que fueron desplegados en Cataluña durante el procés, mostrando su reconocimiento a los servicios de seguridad.

De esta manera, el presidente ha mostrado su "compromiso con la regeneración democrática y la ejemplaridad también se extiende a la Seguridad Nacional, una tarea que exige discreción, profesionalidad, rigor y un fiel cumplimiento de la legalidad".

En este punto, y tras más de 30 minutos, Sánchez ha entrado de lleno en el tema central de la comparecencia, el 'caso Pegasus' y ha defendido las escuchas que ya desveló la exdirectora del CNI, Paz Esteban en su comparecencia en el Congreso.

"El Gobierno no conoce de las acciones concretas de los servicios de inteligencia"

"Resulta evidente que de 2015 a 2020, con la declaración unilateral de independencia, el sabotaje y los incendios en Barcelona esta crisis fue fuente de una gran preocupación para la Seguridad Nacional", ha dicho, de ahí que que los servicios que se ocupaban de la misma  "aplicaran las medidas oportunas, pero el Gobierno no conoce de las acciones concretas de los servicios de inteligencia; esto no ha pasado en mi gobierno y les garantizo que no pasará".

Junto a ello, ha insistido en que "el CNI solicitó al Tribunal Supremo la autorización para intervenir en las comunicaciones de 18 personas, no 65", ya que buscaban "prevenir, detectar y posibilitar el impedimento de esas actuaciones extranjeras que atenten contra las instituciones, el estado y la población".

Así, ha reitereado que "la gran mayoría de los móviles infectados, lo han sido por actores desconocidos, completamente ajenos a la administración española, como lo fueron los del gobierno".

Además, en su intento de reconducir las relaciones con los independentistas de cara a recuperar su apoyo parlamentario ha "lamentado" que el caso Pegasus haya "minado la confianza" y "frenado el diálogo y la buena relación" entre el ejecutivo y la Generalitat y ha señalado que su "apuesta es reanudar el diálogo con las instituciones catalanas y reconocer la valentía de los que apostamos por el reencuentro".

Por ello, ha reiterado que "una democracia sólida no persigue ideas", insistiendo en  que los servicios de inteligencia están "bajo control jurídico". "Tenemos una legislación garantista para proteger los derechos de nuestros ciudadanos y controlar el funcionamiento del CNI", ha zanjado para intentar acabar de una vez con la brecha con los secesionistas.