| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
La vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera.
La vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera.

El chollo de la vicepresidenta Ribera, el terror del diésel: 6.705 euros al mes

En pleno debate sobre el Gobierno mastodóntico y las cuantiosas subidas presupuestarias en carteras como la de Igualdad, la titular de Transición Ecológica no le va a la zaga.

| Javier Ruiz de Vergara España

Pedro Sánchez ha decidido que la gestión de su Gobierno y de sus 22 ministros merece una revisión salarial. Al alza, por supuesto. Así que el anteproyecto de Presupuestos Generales para 2021 refleja un incremento del 0,9% -el aprobado para los funcionarios por oposición- para todos y cada uno de los miembros del Consejo de Ministros.

Mucho se ha hablado en estos últimos meses de pandemia de la sobredimensión de un Ejecutivo inflado, poco operativo y con carteras creadas ad hoc, bien por los caprichos de Pedro Sánchez ligados al marketing, por los obligados pagos a Pablo Iglesias a cambio de la investidura, o a los compromisos internos del PSOE, en algunos casos con altos cargos de la era Zapatero.

Agenda de la vicepresidenta Ribera de este miércoles.

 

En el centro de la polémica han estado desde la creación del Gobierno de coalición ministros como Alberto Garzón, Manuel Castells o Pedro Duque. Su productividad legislativa y sus agendas han pasado, literalmente, inadvertidas.

Pero hay otro caso paradigmático, más aún por que está empotrado en la zona noble de Moncloa. La vicepresidenta cuarta y titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Uno de los cuatro generales en el Estado Mayor de Sánchez. Su envidiable nómina: 80.463 euros anuales este próximo 2021 frente a los 79.746 que ha venido cobrando hasta ahora. La nada despreciable cifra de 6.705 euros mensuales.

El problema es que la presencia de Ribera en la vicepresidenta cuarta deja una hoja de servicios en blanco. Más bien, ha sido más protagonista por sus polémicas que por su productividad. La última, la del impuesto al diésel, una idea suya que chocó de inmediato con la oposición interna de la vicepresidenta Nadia Calviño y de la ministra de Industria, Reyes Maroto.

Aún en las últimas horas, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, se está teniendo que remangar para tratar de tumbar la tasa ecológica de Ribera en los nuevos Presupuestos tras la amenaza de PNV y Ciudadanos. Con un sector, el de la automoción, que está en coma y más si cabe tras las polémicas palabras de la vicepresidenta en julio de 2018 que hicieron temblar a un sector clave: "el diésel tiene los días contados", amenazó.

 

 

Ribera, Calviño, Iglesias y Calvo: cuatro vicepresidentes con un perfil bien distinto.

 

Junto al diésel, la vicepresidenta cuarta tan solo se ha dado a conocer ante los españoles con otras dos polvaredas políticas. Su ataque frontal al sector de la caza y la tauromaquía, que llegó a provocar la reacción de los presidentes socialistas Emiliano García Page y Guillermo Fernández Vara, que le tuvieron que recordar que ambas actividades suponen un pilar de las economías de Castilla-La Mancha y Extremadura.

Después, por sus maniobras nada ocultas para descabalgar de la presidencia de la empresa pública Red Eléctrica al exministro Jordi Sevilla, al que acabó forzando a dimitir. Un mobbing del que además trascendió una operación paralela para colocar al marido de Ribera, Mariano Bacigalupo, al frente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Otro incendio que tuvo que apagar, una vez más, Nadia Calviño.

 

 

La tercera polémica de Ribera tiene que ver con su papel pasivo en el accidente de Zaldívar. El derrumbe de un vertedero altamente tóxico con toneladas de residuos peligrosos y dos operarios enterrados durante 7 meses.  Una catástrofe ecológica y humana en toda regla. Por allí la vicepresidenta cuarta no ha aparecido desde el siniestro, el ya lejano 6 de febrero.

Una vicepresidenta inédita

Según el último barómetro del CIS, Ribera es la peor valorada con mucho de las tres vicepresidentas socialistas. Calviño obtiene un 5, Calvo un 4,3 y ella un 3,8. Por delante, eso sí de Iglesias, que recibe un 3,4.

Y ocupa el puesto 13 de 22 en la lista de puntuación de los españoles. Le superan ampliamente ministros como Margarita Robles, Salvador Illa (4,7) y Yolanda Díaz (4,6). Y eso que, históricamente, los vicepresidentes son los miembros del Ejecutivo más conocidos y mejor valorados.

Aun así, Sánchez ha vuelto a premiar a Teresa Ribera en las cuentas públicas. Su Presupuesto crece desde los 4.963 millones hasta los 5.129 millones para el próximo año.