El PSOE cede al PNV y deja herido de muerte el castellano en la escuela vasca

El castellano tiene los días contados en la escuela pública vasca. Y el rejonazo final puede dárselo el PSE, socio del PNV en Ajuria Enea y corresponsable de la nueva Ley de Educación aprobada este martes por el gabinete que preside Íñigo Urkullu y cuya número tres es la vicelendakari socialista Idoia Mendia.

La nueva ley supone la desaparición del viejo sistema de modelos educativos, que permitía a los padres que así lo quisieran que sus hijos recibieran el grueso de su educación en castellano, con una asignatura de euskera. Una opción que, en los últimos tiempos, se había convertido en minoritaria ante la exigencia de la lengua vasca para la totalidad de las oposiciones públicas en el País Vasco.

El proyecto que viaja ahora al Parlamento Vasco para su debate y aprobación finiquita ese sistema de modelos y, además, exige a la educación pública y concertada que garantice que todos sus alumnos logren el nivel B2 de la lengua vasca.

El Consejo de Gobierno Vasco ha aprobado este martes el proyecto de esta futura ley , que según ha asegurado el consejero peneuvista Jokin Bildarratz, es "fiel y leal" al pacto parlamentario del 7 de abril de 2022 y tiene la escuela pública "como pilar fundamental".

"Desde el Gobierno Vasco hemos trabajado para dar respuesta al mandato recibido por la Cámara Vasca y el texto hoy aprobado respeta tanto el contenido como el espíritu del acuerdo parlamentario, y que tendrá que ser debatido y refrendado" en la Cámara.

Bildarratz ha manifestado que este proyecto "tiene como finalidad principal ofrecer al alumnado de Euskadi una educación de calidad, integradora, con oportunidad de oportunidades, con la escuela pública como pilar fundamental y con una firme apuesta por la innovación".

Encabezada por una exposición de motivos, la Ley aprobado recoge un total de 101 artículos, divididos en seis títulos, como son las disposiciones generales, derecho a la educación y convivencia positiva, gobernanza del sistema educativo, las lenguas en la educación vasca, la innovación y evaluación y mejora continua; y para finalizar, la autonomía de centros educativos. Pero de ella, el castellano no sale muy bien parado.