Ponen al frente del Instituto de la Mujer a una de las defensoras de Juana Rivas

Podemos sigue pescando en el feminismo más radical para sus altos cargos en el Gobierno. Y el Partido Comunista vuelve a tocar poder tras el nombramiento de su secretario general, Enrique Santiago, como secretario de Estado.

Ahora ha sido la responsable de feminismo de Izquierda Unida y del PCE, Antonia Morillas, como nueva directora del Instituto de la Mujer. Releva a la polémica Beatriz Gimeno, que figura en la lista de Pablo Iglesias para el 4-M.

Pero con la llegada de Morillas, la polémica va a continuar. Es una de las asesoras de Juana Rivas, a la que recientemente el Tribunal Supremo ha condenado a 2 años y medio de cárcel por retener a sus hijos y apartarlos de su padre.

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De hecho, el PCE y Morillas se han sumado a la campaña para exigir al Gobierno que indulte a Rivas. En un reciente comunicado, el Partido Comunista ha denunciado que Rivas está condenada "por proteger la salud y la seguridad de sus hijos ante un padre condenado por violencia de género".

"En este sentido, el PCE muestra su repulsa ante este nuevo episodio de justicia patriarcal, que vuelve a demostrar la necesidad de cambios profundos en el sistema de justicia, para que proteja efectivamente a las mujeres de las violencia machistas y sea una herramienta para su eliminación", afirma el comunicado difundido hace unos días, en el que se suma a esa petición de indulto.

Su polémica predecesora

La nueva directora del Instituto de la Mujer sustituye a la controvertida Beatriz Gimeno, nombrada por la Ministra de Igualdad, Irene Montero, que duró poco más de un año en el cargo, dejando atrás un rosario de polémicas.

Los postulados de quien ahora forma parte de la lista de Pablo Iglesias bordean el delirio en ocasiones, llegando a afirmar que la "heterosexualidad obligatoria es una herramienta del patriarcado para poner a las mujeres en una posición subordinada respecto a los hombres".

De hecho, en la sinopsis de su libro Historia y análisis político del lesbianismo, publicada en su web, asegura que "la imposición de la heterosexualidad definió la situación de las mujeres lesbianas, desde el lesbian chic de los años 20 hasta los modelos butch y femme. Así, la autora sostiene que las mujeres han buscado siempre un lugar de libertad y autonomía frente al patriarcado, un espacio configurado como el de la mujer libre que busca la manera de ser dueña de su destino y que, en tanto se trata de una opción liberadora, puede resultar deseable".

Además, sostuvo en una entrevista que "el feminismo lucha con denuedo para limitar los daños que la heterosexualidad provoca en las mujeres, lucha por el derecho al aborto, pero no enseña a las mujeres que el mejor método anticonceptivo, el menos dañino para ellas, es no practicar el coito", a lo que añade que "se nos enseña cómo limitar los problemas de salud física y mental, económicos, políticos y personales, pero nada se nos dice de que estos problemas también podrían ser combatidos viviendo un estilo de vida lesbiano".

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De hecho, insiste en que "la verdad es que las mujeres sí tienen mucho que ganar si eligen el lesbianismo como opción sexual" porque considera que "el lesbianismo es y ha sido a lo largo de la historia una vía de escape para muchas mujeres".