Ayuso estudia ya llevar a la Justicia a Cs por intentar boicotear las Elecciones

Nadie en Madrid creía viable que el Tribunal Superior de Justicia anulara la convocatoria de Elecciones el próximo 4 de mayo y permitiera, en su lugar, la discusión de sendas mociones de censura contra Ayuso firmadas a regañadientes por Ángel Gabilondo, obligado por el PSOE, y por Más Madrid, impulsada por Íñigo Errejón, aquí sí con todas las ganas de adelantar a Podemos en la única plaza donde su formación es más relevante que la de Pablo Iglesias.

Fuentes socialistas se lo reconocen a ESdiario, y recuerdan que hace ya dos días su Ejecutiva regional propuso al propio Gabilondo como candidato, a toda prisa, contando con el fallo judicial que este domingo se ha conocido: se cierra la polémica artificial de las mociones de censura y todos se ponen en modo electoral. 

Pero no termina ahí la vía judicial. Fuentes de la Comunidad de Madrid confirman a este periódico que, pese a que los comicios lo ocuparán todo en las próximas siete semanas, la posibilidad de iniciar acciones penales contra Ciudadanos, por haber avalado la viabilidad de unas mociones de censura fraudulentas, están sobre la mesa.

El PP ficha a la mano derecha de Albert Rivera y pone CS al borde del colapso

"Se van a estudiar", desde luego, apuntan señalando al responsable de un entuerto que, durante 48 horas, estimuló ríos de tinta contra Ayuso a pesar de que todo el mundo era consciente de que las mociones se oficializaron, arteramente, cuando el decreto de disolución de las Cámaras ya estaba firmado y la convocatoria electoral decidida.

"Prior in tempore potior in iure", recuerda una senadora del PP a ESdiario, haciendo mención a la máxima jurídica que, antes del fallo del TSJM, ya consagraba que lo primero en el tiempo es lo mejor en Derecho. Y las dos mociones se intentaron después del anuncio de Ayuso.

Pero el daño ha quedado ahí, y todas las miradas apuntan al cargo de Ciudadanos que, instigado por Ignacio Aguado, decidió tramitar las mociones de censura a sabiendas de que podían ser un fraude de ley, cuando no hasta un delito de prevaricación. Se trata de Juan Trinidad, presidente de la Asamblea de Madrid y de la Mesa del parlamento regional que ha intentado, por todos los medios, anular los comicios.

Hijo de militar, licenciado en Derecho y granadino de la cosecha de 1973; Trinidad ha sido el brazo ejecutor de la última bocanada de Ciudadanos contra Ayuso. Y puede ahora llevarle al banquillo.

Una guerra despiadada

Eso sería la manifestación final de una ruptura casi sangrienta entre los dos socios de Gobierno que han cohabitado en la Puerta del Sol en un matrimonio de conveniencia, con poco afecto y al mando de dos equipos que, trabajando para la misma causa, han jugado partidos paralelos. Y ya no lo tienen que disimular.

En el caso de Ayuso, su desprecio hacia Aguado, o a quien encabece a Cs en los comicios, será a través de la indiferencia. En el de Aguado, que se ve como candidato con el respaldo de Arrimadas pero no faltan voces que piden su cabeza y tal vez lo hagan en el Comité Ejecutivo nacional de este lunes, lo expresa en público.

Ayuso ha dejado achicharrado a Aguado, cuyo futuro inmediato es una incógnita, como el de todo Ciudadanos

Sus mensajes son una catarata de reproches a su presidenta hasta ayer. Y también a fuerzas ocultas que no precisa pero deja caer, en un tono que refleja sus nervios por las encuestas terribles que apuntan incluso a la desaparición de Ciudadanos en la Asamblea:

"Controlan medios de comunicación, ponen y quitan tertulianos, alteran las encuestas para condicionar el estado de ánimo de la opinión pública. Son muy poderosos, no hay duda. Pero nunca podrán quitarte la capacidad de pensar por ti mismo, de ser crítico y libre" ha soltado Aguado este domingo, en un tuit precedido por otro denunciando la "máquina del fango" que casi calca el tono habitual en Podemos.

La lista del PP

Aún es pronto para saberlo, pero los disgustos para Cs pueden crecer si culmina alguna de las conversaciones, aún incipientes, para incorporar al PP a algún ilustre naranja, bien en las propias listas, bien al Gobierno si le salen las cuentas a Ayuso y sigue al frente de la Puerta del Sol.

El tono en el PP, no obstante, es de hacer pocos cambios, en aplicación del aforismo americano que reza aquello de "si no está roto, no lo arregles". Quizá la mayor incógnita es quién será el número 2 de la incontestable lideresa, ocupado la última vez por el exalcalde de Alcorcón, David Pérez, que seguirá arriba pero puede dar paso a a otros nombres.

Ayuso se queda sin rivales y se medirá a candidatos improvisados o forzados

Dos Enriques aparecen en las quinielas: Ruiz Escudero, gestor de la pandemia en Madrid, y el incombustible Ossorio, que lo ha sido casi todo desde los tiempos de Aguirre hasta los de Ayuso, pasando por Cifuentes.

Pero es un tema menor: todo será Ayuso. Y frente a ella, sus viejos aliados madrileños, los enemigos autonómicos de siempre y un poderoso adversario, Pedro Sánchez, que pondrá todo de su parte por evitar lo que la demoscopia indica hasta ahora: una rotunda victoria que solo Gabilondo puede intentar evitar... con la ayuda de los poderosos recursos del Estado que maneja como nadie Iván Redondo.