| 05 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Captura del vídeo que el martes colgó Irene Montero en Twitter.
Captura del vídeo que el martes colgó Irene Montero en Twitter.

La propietaria señalada por Montero da su versión de la historia y la destroza

Esther Argerich, la dueña de un piso en Barcelona a la que la portavoz de Unidas Podemos ha puesto en la diana por -supuestamente- querer subir el alquiler, está indignada: "Es lamentable".

| ESdiario España

Esther Argerich, la propietaria de un piso en el barrio de Gracia de Barcelona a la que Irene Montero puso este martes en la diana porque pretende -según la portavoz de Unidas Podemos- subir el alquiler a sus inquilinos 300 euros de golpe, ha hablado. 

O mejor dicho: ha escrito vía Twitter, con una creada ex profeso para contestar a Montero y para contar su historia, que es muy distinta a la que cuentan sus inquilinos y Unidas Podemos.

 

Según Argerich, el 31 de octubre de 2018 finalizó el contrato. Los arrendatarios, una familia compuesta por Livia, Juan y sus tres hijos, pagaban en 2007 1.100 euros y en 2018, 1.000. "Es un piso de 5 habitaciones, 140 mt2, en el ensanche derecho de Barcelona. El precio de 1.300 € está por debajo del precio máximo que se establece por el Ayuntamiento", afirma. 

Y continúa:

 

Ella sostiene que no quiere subirles el alquiler: "Esto es mentira: yo no quiero subirles el alquiler. Yo no quiero alquilar el piso ni por 1.000 € ni por 1.300 €". "Yo no quiero alquilar el piso a ningún precio, quiero que se vayan del piso". 

 

Argerich asegura que tiene una sentencia firme de desahucio y un juicio penal en marcha para denunciar "las amenazas y acoso". Y carga contra Montero por unirse a la campaña en su contra. 

 

Y acaba esta propietaria mandando un SOS a quien corresponda: 

 

A tal punto llega la situación de Argerich que antes las gestiones de la vivienda se las llevaba Fincas Caseuro. Pero el Sindicat de Llogaters hizo un escrache en sus oficinas y la inmobiliaria decidió, según fuentes de la misma a ESdiario, romper la relación contractual con la propietaria para no tener más problemas. 

Después del revuelo creado, Montero colgó este miércoles por la tarde un hilo en Twitter en el que mostraba su "respeto" a una mujer que también se llama Esther Argerich pero que nada tiene que ver con este caso y se ha visto involuncrada.

Y sin embargo no se disculpó con la auténtica Esther Argerich dueña del piso, porque según ella ésta "se dedica al negocio inmobiliario". "Creo que es mi obligación como representante pública apoyar a quienes defienden derechos constitucionales frente a situaciones de abuso", afirma.