El brutal repaso de Pérez-Reverte al PP: “No son malvados, son estúpidos”

El escritor Arturo Pérez-Reverte siempre se ha caracterizado por ser una de las personas que menos se cortar a la hora de dar sus opiniones, y con la crisis interna del PP entre Génova y Ayuso, no iba a ser menos. El periodista ha metido un repaso de campeonato a ambas partes en un artículo publicado en XL Semanal. 

"No se equivoquen con ellos. No son malvados. No adornemos con la palabra maldad lo que sólo es estupidez. Es cierto que a veces resulta difícil diferenciar a un tonto de un malvado, pues hay malos absolutamente idiotas; pero basta con escuchar las palabras, fijarse en los gestos y ademanes, detenerse en las miradas. Estudiar argumentos, propósitos, conclusiones”, ha opinado Reverte. 

"Son políticos mediocres sin preparación ni sentido del ridículo. Analfabetos a los que el azar, el esperpento de un país asombroso como es España, sitúan en puestos que les permiten tomar decisiones tan limitadas, tan miserables como su propia altura".https://t.co/6Bt7gAyZGw

— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) February 21, 2022

Además, el escritor ha apuntado con mucha “mala baba” la tremenda falta de “preparación” que hay en Génova 13: “Son analfabetos a los que el azar, el esperpento de un país asombroso como es España, sitúan en puestos que les permiten tomar decisiones tan limitadas, tan estólidas, tan miserables como su propia altura”.

Algo de lo que tiene culpa, según dice, el sistema educativo “fallido” que llevan prorrogando tanto el PSOE como el PP y que es el origen de todos los males de la sociedad: “Seamos ecuánimes, porque no es sólo el gobierno de Pedro Sánchez (el que no establece un pacto de estado educativo). Aquí no hay inocentes. El Pepé de Pablo Casado y del antiguo presidente Mariano Rajoy –que no visitó la Real Academia Española ni la de la Historia en sus dos legislaturas–, tan culpable en el pasado como otros lo son ahora, lo único que defiende es la titularidad de los colegios y la educación concertada. O sea, su eterno y mezquino qué hay de lo mío”, señala.