| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La prueba que demuestra que España no es de izquierdas pero lo parece

La izquierda retrocedió el 28A, pero nadie lo sabe ni se lo cree: la combinación de tres factores explica el éxito de Sánchez y deja la centroderecha sumido en un dilema sin respuesta.

| Antonio R. Naranjo España

Pedro Sánchez ganó, pero la izquierda española en realidad retrocedió. La aparente paradoja tiene un dato que la evidencia: en 2016, PSOE y Podemos lograron el 43.8% de los votos, 156 escaños y la sensación de que Rajoy les pasaba por encima en la segunda cita electoral en seis meses.

Ahora, con una imagen de éxito bien distinta, en realidad no han llegado al 43%:  se han quedado el 42.99%, casi un punto menos que hace cuatro años, y en empate técnico con el sumatorio de todo el centroderecha, que también alcanza el 42.9%, tres puntos menos que en 2016, cuando logró el 46.1%.

 

¿Qué ha pasado entonces? Es fácil de entender mirando a los escaños: el 43% de 2016 le dio al PSOE y Podemos 156 escaños; esa misma cifra le ha dado ahora a PP,Cs y Vox solo 147. Y algo más: con un punto menos que hace cuatro años, los dos partidos de izquierda nacionales han logrado 169 diputados; mientras que con un porcentaje calcado la fraccionada derecha se ha conformado con 147.

La tormenta perfecta

Tres son los factores que explican la tormenta perfecta para Sánchez, que sugiere que España de izquierdas aunque, con los datos en la mano, esa afirmación no se sostiene. O no más que en 2016. Y ha sido la combinación del hundimiento de Podemos con la división del centroderecha: con la Ley D'Hont, todo ha beneficiado al PSOE de Sánchez.

Apenas ha cogido los diputados perdidos por Podemos (de los 38 perdidos por Iglesias Sánchez se ha quedado con 29) y obtiene catorce escaños menos que Rajoy en el verano de 2016, pero el sabor a éxito es indudable por una fractura en tres de PP, Cs y Vox que, sin duda, debilita al conjunto y alimenta al rival. Una evidencia que tiene ahora difícil respuesta: con el PP hundido y Cs buscando la centralidad, las opciones de acuerdo entre todos, incluyendo a Vox, parecen difíciles de trabar.