Sánchez desafía a Bruselas con el gas: “Es un esfuerzo que no nos corresponde”

El Gobierno de Pedro Sánchez desafía a Bruselas y se planta ante la Unión Europea y su plan de contingencia, que busca imponer reducciones de consumo de gas a los países de la UE en situaciones de alerta ante un posible corte en el suministro por Rusia.

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha sido la encargada de defender la posición española y anunciar que España "no apoya" la propuesta planteada por Bruselas.

Ribera lo ha justificado calificando el plan europeo de "un sacrificio desproporcionado", ya que, "a diferencia que otros países, los españoles no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades desde el punto de vista energético", instando a los socios europeos a "debatir de forma abierta, transparente y respetuosa" sobre la mejor manera de apoyarse en el tema del gas.

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Ribera, que ha querido subrayar que España es "un país europeísta y solidario", ha advertido sin embargo de que la propuesta de la Comisión Europea tiene consecuencias "desde el punto de vista económico, social, de impacto redistributivo y geopolítico", que son "suficientemente importantes para merecer un canal de escucha y participación de todos los estados miembros".

"España ha hecho los deberes en este ámbito, pagando más que muchos socios europeos", ha subrayado la ministra de Transición Ecológica, añadiendo que el Gobierno "se resiste a la imposición de obligaciones por encima en términos de esfuerzo a lo que nos corresponde y se pide a otros socios comunitarios".

De esta forma, el ejecutivo de Sánchez responde con rotundidad a la propuesta planteada este miércoles por la Comisión Europea de recortar un 15% su consumo de gas de forma voluntaria hasta la próxima primavera, una reducción que Bruselas quiere poder imponer de forma obligatoria en caso de alerta para la seguridad de suministro.

En concreto, este recorte sería desde el 1 de agosto del presente ejercicio hasta el 31 de marzo del próximo año e implicaría que administraciones públicas, hogares, propietarios de edificios públicos, proveedores de energía y la industria deberán tomar medidas para ahorrar gas.

La vicepresidenta tercera ha argumentado que España cuenta con una capacidad de almacenamiento de gas natural que se sitúa ya en más del 80%, mientras que el nivel del resto de Europa está en torno al 50%, así con unas reservas estratégicas de llenado de gas natural de hasta el 90%. "Hemos conseguido una posición que permite decir que la propuesta de la Comisión Europea no es ni la más eficaz, ni la más eficiente y justa".