El rapero del 'procés' también se harta de las payasadas de Puigdemont

El número que Carles Puigdemont montó junto a su abogado, Gonzalo Boye, con motivo de la sesión constitutiva de la Eurocámara no ha sentado nada bien entre la grey independentista. Cientos de personas viajaron hasta Estrasburgo, convencidas de que se encontrarían con su líder, y solo asistieron a un juego al gato y el ratón a muchos kilómetros de allí urdido por el expresidente fugado y su estrambótico letrado. Un palo muy duro del que se han hecho eco personajes señalados del separatismo, como es el caso del rapero Valtònyc.

Josep Miquel Arenas Beltrán, más conocido por Valtònyc, huido de la Justicia española tras ser condenado por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona, apología del odio ideológico, incitación a la violencia, y residente en Bélgica como Puigdemont; se ha convertido en uno de los iconos del independentismo más radical. Suele ser uno de los 'animadores' de sus saraos internacionales, así como un activo propagandista en las redes.

Y como tal, no se ha podido morder la lengua ante la cobardía y el ridículo que destiló Puigdemont con sus idas y venidas por la frontera con Francia en vísperas y durante de las horas de la constitución de la Eurocámara, dejando tiradas a las 'huestes' venidas desde Cataluña a apoyarle y clamar por su liberación en caso de que resultara detenido.

La independència no arribarà de les crispetes del Boye ni d'un miracle polític. Qui s'ho pensi només rebrà decepcions i no ens en sortirem. Avui hem conegut les limitacions de lluitar contra un estat que juga brut i d'una Europa que li permet. Toca fer autocrítica i reflexionar.

— Josep Valtònyc (@valtonyc) 2 de julio de 2019

"La independencia no vendrá de las palomitas de maíz Boye ni de un milagro político. Quien lo piense sólo conseguirá decepciones y no nos iremos", ha escrito en su perfil de Twitter el rapero, toda una andanada contra el expresidente y su escudero. "Hoy hemos conocido las limitaciones de la lucha contra un estado sucio y una Europa que lo permite. Toca hacer autocrítica y reflexionar", remata con tono de advertencia Valtònyc.