El Gobierno abona el terreno para acabar con el cheque gasolina

El Gobierno de Pedro Sánchez empieza ya a lanzar mensajes de concienciación entre la población sobre la más que probable eliminación del “cheque gasolina”. Una medida que se traduce en el descuento de 20 céntimos por litro de gasolina en todas las estaciones de servicio de España y que, según Moncloa, es una medida que ha llegado para “suavizar” el impacto de la crisis económica “fruto de la guerra de Putin”. 

Traducido al idioma de la ciudadanía, este descuento, que ya ha sido “absorbido” por el auge de precios de los carburantes, se eliminará por completo a partir del 1 de enero de 2023, incluido. Por entonces, los expertos señalan que los precios serán igual de caros que en la actualidad (con una media de 1,95 euros el litro de diésel y 1,90 el de gasolina).

El precio de la gasolina vuelve a subir y comienza a igualarse con el gasóleo

En palabras de la ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, Moncloa es consciente de la crisis económica, por lo que sigue “analizando las medidas que se anunciarán en próximos días" para apoyar a los sectores y hogares más vulnerables. Eso sí, ni una palabra sobre si en ese paquete se incluirá la prórroga de la bonificación de 20 céntimos al combustible.

"Este es un Gobierno sensible que seguirá adoptando las medidas que sean precisas en caso de que se dé todavía más inestabilidad y pueda afectar a sectores más vulnerables. En los próximos días conocerán el alcance de esas medidas. Será en breve y por ello me remito a lo que en ese momento anunciemos”, ha indicado Sánchez en Bruselas, a su llegada a una reunión de ministros europeos de Transportes, al ser preguntada por el impacto en España del último paquete de sanciones del bloque.

Por tanto, esa eliminación más que probable del bono de la gasolina se traducirá en un ahorro para el Estado, que dejará de abonar a las gasolineras esa diferencia de precio, que ahora pasarán a pagar los conductores. Y a mayores, hay que sumar el hecho de que el Estado seguirá percibiendo más del 50% de los impuestos que corresponden a los hidrocarburos, es decir, casi 1 euros de los 2 que cuesta en este caso el litro de diésel.