El Gobierno catalán, en implosión tras el pacto de Aragonés con los comunes

El Gobierno catalán ha explotado. La mayoría independentista no ha llegado a ningún acuerdo para aprobar los presupuestos, dinamitando por completo el proyecto que pretendía sustentarse en el 52% del voto secesionista. Tras la espantada de la CUP, ERC se ha visto abocada a pactar con los comunes desatando la ira de sus socios de Junts.

De hecho, este mismo domingo, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, cuestionó que se negociara con los comunes y advirtió que "no sacrificarían unos buenos Presupuestos para incorporar políticas que pueden llevar a repetir actuaciones" de instituciones como las del Ayuntamiento de Barcelona encabezado por Ada Colau.

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 "No vamos a entrar en este tipo de intercambios. No es responsable", ya que consideró que los comunes buscan que el acuerdo de Presupuestos incluya un pacto para sacar adelante las cuentas del Ayuntamiento.

Y así ha sido. Una vez que Aragonés ha anunciado el pacto con los de Jéssica Albiach, el presidente del grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, ha anunciado que permitirán la aprobación de los Presupuestos municipales porque "ERC de Barcelona no puede quedar al margen" de lo que sucede en Parlament.

Maragall ha explicado que están actuando con absoluta convicción pensando en el interés general de Cataluña, aunque ha defendido que su posición queda "absolutamente confirmada en el voto de la semana pasada" -cuando votaron en contra- y que ahora asumen la contradicción de votarlos a favor porque consideran que es mejor tener unas cuentas de la Generalitat, aun teniendo que asumir el proyecto de finanzas públicas de Colau para Barcelona.

El 'no' de la CUP, dinamita el Govern

Y es que el intercambio de cromos ha comenzado una vez que el pacto de investidura de Aragonés ha saltado por los aires después del 'no' de la CUP a los presupuestos. Los antisistema presentaron su enmienda a la totalidad, aunque siempre abiertos a una negociación que no ha dado frutos. 

Ello ha llevado al presidente a tener que recurrir a los comunes, aún a sabiendas de que la ruptura del bloque secesionista puede conllevar una voladura total del Govern pues uno de los compromisos que firmaron con los miembros de la CUP fue que el propio Aragonés se sometería a una cuestión de confianza en 2023.

“Está claro que el hecho de que no apoyen los presupuestos querrá decir que tendremos que hablar con la CUP de cómo continúa el acuerdo de investidura", ha señalado Aragonés, consciente de que la viabilidad de su gobierno pende de un hilo.

El PSOE mira al Congreso de los Diputados

El que se ha quedado descabalgado en todo este esperpento es el PSC, cuya portavoz Alicia Romero, ha asegurado que los socialistas mantienen la enmienda a la totalidad a los Presupuestos catalanes de 2022, pero también su "colaboración y mano tendida" para que Cataluña disponga de cuentas el año que viene.

"Nosotros mantenemos esta mano tendida y seguimos con esta actitud, pero no ha cambiado nada para que podamos mover la enmienda a la totalidad" -el plazo para retirarla terminaba a las 10.30 de este lunes-, y ha criticado que el Govern de Aragonés no haya negociado las cuentas con los socialistas pese a su ofrecimiento.

Sin embargo, donde realmente necesitan los socialistas ir de la mano de ERC es en el Gobierno Central ya que tras el sí de Bildu y de Más País, los republicanos tienen la llave para que los presupuestos de Sánchez salgan adelante.