Sánchez hace un traje a medida a Puigdemont: amnistía terrorismo y traición

La ley de amnistía que han acordado PSOE, Junts y ERC, como anunciaban en un comunicado conjunto y votarán a favor en la Comisión de Justicia del Congreso, perdonará y borrará los delitos de muchas personas implicadas en el procés, pero los cambios en la ley van dirigidos especialmente a salvar a una persona: el ex presidente y prófugo catalán Carles Puigdemont.

Pedro Sánchez ha pactado unos cambios en la norma que van dirigidos a blindar a Carles Puigdemont ante las acusaciones de terrorismo por los hechos violentos de Tsunami Democràtic -por el que le investiga el juez García Castellón- o la acusación de alta traición por colaborar con la Rusia de Putin para conseguir el apoyo ruso al procés. El nuevo texto de la ley de amnistía es, por tanto, un traje a medida del prófugo catalán.

De esta forma, y aunque el PSOE y Pedro Sánchez decían que no iban a cambiar el texto de la ley -otro de sus habituales cambios de opinión-, ahora la norma acordada entre ERC, Junts y los socialistas recoge el llamado terrorismo bueno o aquel que según el PSOE “no atenta contra los derechos humanos”. Para ello, la norma se salta el Código Penal de España y se ampara en “vulneraciones graves y efectivas de los artículos 2 y 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos”. Esto permite amnistiar a Puigdemont aunque el juez le acuse de terrorismo.

El nuevo texto de la ley de amnistía también introduce amnistiar la alta traición salvo que haya uso de la fuerza, lo que permitirá perdonar los delitos de la llamada trama rusa del procés o caso Voloh por el que un juez investiga las conexiones de varios colaboradores de Puigdemont que habrían pedido ayuda económica y política a Rusia para apoyar la independencia de Cataluña.

Otro de los puntos que afectan a Carles Puigdemont, el delito de malversación -que ya se modificó para rebajarlo la pasada legislatura- también será amnistiado. El PSOE usa de excusa que los acusados de malversación no se hayan llevado dinero para sí mismos. Es decir, perdonarán que hayan dilapidado el dinero público intentando la secesión de Cataluña siempre que no hayan robado para ellos. Ni el mejor sastre le hace a su musa un traje tan perfecto.