| 02 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Así ataca Colau al Estado de derecho con la complicidad de Carmena

La alcaldesa de Barcelona ha vuelto hacer gala de su sectarismo en las fiestas de la Mercé, apoyando a los golpistas del 1-O y al Open Arms, cuyo capitán, dicen, es pareja de la regidora.

| ESdiario España

Gracias a las elecciones del pasado 26 de mayo, los madrileños consiguieron librarse del sectarismo de Manuela Carmena y su equipo de gobierno de izquierda radical extrema. Los barceloneses no tuvieron tanta suerte. El resultado de las urnas volvió a colocar a Ada Colau -tras un pacto de gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez apoyado externamente por la escisión que abrió en Ciudadanos Manuel Valls- al frente de la Ciudad Condal. 

Colau dispone de cuatro años más para gobernar una ciudad sumida en gravísimos problemas que afectan a los ciudadanos. El más importante, sin duda, la crisis de delincuencia que ha sembrado de sangre y cadáveres las calles de Barcelona durante este verano. Sin embargo, Colau parece mirar para otro lado para centrarse en su labor de patrocinio de los autores del intento de golpe de Estado del 1 de octubre de 2017, que esperan en prisión la sentencia del Tribunal Supremo.

La alcaldesa de Barcelona no tiene complejo en utilizar los símbolos de todos para congraciarse con los pro independentistas . Tampoco para apoyar a ONGs que utilizan métodos cuestionables para traer inmigrantes ilegales a Europa.  Para ambos objetivos se sirvió ayer de las fiestas patronales de los barceloneses: las de la Mercé. Y contó con la inestimable complicidad de su amiga Carmena, a la que sólo le faltó, antes de leer el pregón de las fiestas, aplaudir con las orejas los ataques de Colau al Estado de derecho.

Y es que, antes del pregón, Colau intervino para recordar a los presos por el golpe del 1-O y al Open Arms, la ONG que ha tenido en un brete este verano a Europa con la crisis de los inmigrantes ilegales recogidos en las costas de Libia y cuyo capitán, Óscar Camps, sería la actual pareja de la alcaldesa de la Ciudad Condal. 

En relación con los golpistas del procés, Colau citó la "triste ausencia" del líder municipal de JxCat, Joaquim Forn --que JxCat recordó con una foto en el asiento que hubiera ocupado--, y resaltó que el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y el entonces de la ANC Jordi Sànchez están en la cárcel por la concentración celebrada hace dos años ante la Conselleria de Economía de la Generalitat.

La alcaldesa hizo un llamamiento a que se pueda "sacar definitivamente el debate de los juzgados y devolverlo a la política", algo que aplaudieron asistentes al pregón celebrado en el Saló de Cent del Ayuntamiento.

Colau destacó que entre los asistentes en este salón hay "mucha diversidad de opiniones sobre lo que está pasando políticamente", pero la democracia es el diálogo entre opiniones diversas y entender que no hay verdades absolutas.

Colau defendió que la ciudad es orgullosamente diversa y abierta, también al Mediterráneo, que se ha convertido en una "fosa y la frontera más mortífera", y agradeció el trabajo que realizan entidades como Open Arms.

 

Barcelona "quiere ser un puerto seguro"

Lamentó, además, que los miembros de la misión 65 de Open Arms no pudieran desembarcar a las personas rescatadas este verano durante semanas, e insistió en que Barcelona quiere ser puerto seguro: "Estoy segura que represento el sentir mayoritario de esta ciudad cuando os digo que gracias, que adelante, que sois un ejemplo".

Unas fiestas feministas al estilo del 8-M

Colau destacó que, en la situación actual, movimientos sobre todo de jóvenes generan esperanza, en ámbitos como el medio ambiente, y pidió  priorizar la movilidad sostenible durante la fiesta mayor, en la que recordó que Beirut es la ciudad invitada.

Aseguró que Barcelona ha tejido muchas complicidades con la capital de Líbano, que ha "sufrido el horror de una guerra civil y la desmemoria, y ha hecho de la cultura un canal de encuentro, reivindicación y esperanza".

La alcaldesa resaltó también el carácter feminista de La Mercè, también de su cartel, de Maria Corte y de una mujer de piel negra, que "quiere dejar de poner la blanquitud en el centro", porque el mundo es diverso y se debe reivindicar una realidad mestiza, en una ciudad en la que el amor gana al odio, según Colau.