Rivera avergüenza a Podemos en defensa de Jusapol y de su "justicia salarial"

El debate sobre la aceptación, por parte del Pleno del Congreso, de la Iniciativa Legislativa Popular presentada por Jusapol -la plataforma que agrupa a policías y guardias civiles para pedir la equiparación salarial con Mossos d'Esquadra- le ha servido a Albert Rivera para ajustar cuentas con Podemos. 

El líder de Ciudadanos ha subido a la tribuna para criticar las "contradicciones" de la formación morada por invitar al Congreso a los familiares de los detenidos por agredir en Alsasua (Navarra) a dos guardias civiles y sus parejas. De hecho aquel día Pablo Iglesias se retrató con ellos:

Rivera también ha replicado al PNV, que ha decidido no apoyar la ILP, y ha sostenido que ésta  "defiende la integridad salarial pero también la física", poniendo fin a la discriminación del hasta el 30% en detrimento de los funcionarios de la Policía y la Guardia Civil que "luchan contra el terrorismo, la corrupción y frenaron un intento de golpe de Estado en Cataluña". 

Aprobar la #EquiparaciónYa es una cuestión de justicia e igualdad: a mismo trabajo, mismo sueldo. Hay que tratar a los agentes de @policia y @guardiacivil, que arriesgan su vida por los demás, con la dignidad que merecen. #ILPSumate @jusapol pic.twitter.com/rNrxgCAEi8

— Albert Rivera (@Albert_Rivera) November 13, 2018

La dureza de sus palabras le han valido al líder de Cs los reproches del PSOE, desde cuya bancada le han recriminado la "utilización" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 

La ILP de Jusapol ha pasado la criba del Pleno del Congreso con el voto favorable de los cuatro grandes partidos de la Cámara, PP, PSOE, Podemos y Cs.

Los socialistas lo han hecho con reparos, puesto que según ellos la ILP es "dudosa por su encaje constitucional", ya que se invadirían competencias autonómicas para la regulación de los sueldos de los cuerpos policiales. 

Fuera, horas antes de la votación, miembros de Jusapol cortaron al tráfico la Carrera de San Jerónimo como medida de presión. Los mismos que el sábado se manifestaron por segunda vez en Barcelona y denunciaron agresiones por parte de miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR).