La ‘Pascua sanchista’: resucitar a Franco y usar el TC contra leyes del PP

¿Qué hace el PSOE cuando quiere desviar la atención? Exacto, el comodín de Franco. Y con un sanchismo acorralado por la ley de amnistía o la trama del caso Koldo no iba a ser menos. Así que Moncloa, coincidiendo con la Pascua, ha celebrado la resurrección, pero no la de Cristo, sino la de Franco, y como es habitual en el sanchismo, usará las instituciones a su servicio para atacar a los gobiernos autonómicos del PP.

En concreto, Moncloa ha dado la orden de recurrir al Tribunal Constitucional las nuevas leyes de concordia que tienen previsto aprobar los nuevos gobiernos autonómicos del PP en sustitución de las leyes de memoria democrática, o la derogación o modificación de las leyes de memoria histórica. En el punto de mira, tres regiones donde los populares gobiernan con Vox: Aragón, Castilla y León y Comunidad Valenciana.

Adiós a la Memoria Histórica, hola Concordia: PP y Vox cambian e incluyen desde 1931

Así lo anunciaba el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres -señalado en la trama Koldo por su etapa como presidente de Canarias-, con la excusa de que estos cambios en las leyes de memoria autonómicas “contradicen la ley estatal que regula esta materia”. El recurso al Tribunal Constitucional es un tanto forzado, puesto que la Constitución no habla de esta materia, pero el sanchismo tiene un as: en estos momentos hay una mayoría en el Tribunal Constitucional favorable al PSOE. 

Además, en varias comunidades como Comunidad Valenciana y Castilla y León ni si quiera se han aprobado los cambios, están aún en trámite parlamentario, por lo que el Gobierno de Sánchez no puede recurrir aquello que aún no existe. Pero el sanchismo ya lanza su amenaza tergiversando con que el PP y Vox “buscan blanquear el franquismo”, mensaje que repiten como loros el equipo de opinión sincronizada encabezado por el ministro Félix Bolaños. Franco, ese comodín para meter miedo en la opinión pública.

En el fondo del asunto, lo que molesta al PSOE son dos cosas concretas: uno, que se desmonte todo su entramado en torno a las leyes de memoria histórica donde imponen su visión. Y dos, que las nuevas normas anunciadas como la Ley de Concordia de la Comunitat Valenciana, amplían la memoria hasta 1931, incluyéndose víctimas de los crímenes de la II República, algo que no asume el PSOE.