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Sospechan de la historia de Pedro Sánchez sobre la mujer de Valladolid
En la campaña de las municipales se inventó a Valeria para criticar los recortes del Gobierno. Con ese antecedente, hay dudas de que la misteriosa vallisoletana que sacó en el debate exista.
Nada. Ni rastro. La señora de Valladolid que Pedro Sánchez mencionó el lunes en el debate con Mariano Rajoy no aparece por ningún lado, y el PSOE de Valladolid no sabe no contesta.
El candidato socialista habló de una supuesta carta -sin mostrarla a cámara demasiado- de una vallisoletana sin nombre que según él pasó de recibir 381 euros de la Ley de la Dependencia a 31 euros en el verano de 2012. Y le recriminó al presidente: "Ha convertido una prestación del Estado en una limosna de su Gobierno". Éste, por su parte, lo negó.
Pero, ¿existe realmente esa misteriosa mujer? Dados los antecedentes de Sánchez, hay quienes en la red han empezado a mostrar sus sospechas de que todo fue un nuevo truco del socialista, otro cuento chino como el de Valeria en su día.
¿Quién era Valeria? En mayo, como contó entonces El Semanal Digital (precursor de ESdiario), La Sexta pilló a Sánchez en un renuncio tremendo por haberse inventando una amiga invisible para adornar sus mítines de la campaña de las municipales y autonómicas.
Valeria era supuestamente una chica con contratos precarios cuya madre, según repitía el socialista mitin tras mitin, se acercaba a él para quejársele de lo mal que está el mercado laboral. Valeria existía en Badajoz, en Ponferrada, en Albacete, en Barcelona... Ella y su madre, claro.
Sánchez mató a Valeria cuando El Objetivo descubrió la trampa y para demostrarlo hizo este vídeo:
Lo peor era que, antes de Valeria, Sánchez ya se había inventado otra mujer para atizar al Gobierno. Juana se llamaba. Con esos antecedentes, ¿cómo no sospechar ahora de la autenticidad de una mujer de la que ni siquiera dijo el nombre?
