El PP cierra Génova 13 y se muda huyendo del fantasma de Luis Bárcenas

Pablo Casado no quiere cargar más con "las hipotecas" de Génova 13. El presidente del PP ha anunciado que el partido hará las maletas y abandonará una sede cuya reforma está siendo juzgada en la Audiencia Nacional desde la semana pasada. 

Ha sido la gran noticia del Comité Ejecutivo Nacional que el partido ha celebrado este martes por la mañana y la manera de Casado de escenificar su total ruptura con el pasado. Desde hoy, ha asegurado Casado, el PP no volverá a hablar de Luis Bárcenas. Es una orden. 

La dirección del PP no volverá a hablar de Bárcenas

"No nos lo podemos permitir más. El coste electoral es tremendo. Hay que dejar de mirar al pasado. No podemos seguir pagando facturas de asuntos que ni conocemos", les ha explicado el presidente del PP a los suyos, dado que la dirección del partido considera que el famoso escrito de Luis Bárcenas a la Fiscalía Anticorrupción les hizo mucho daño en la campaña catalana. Concretamente, según ellos les hizo desplomarse a la mitad de escaños de intención de voto de un día para otro. 

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Por lo demás, en su intervención ha pedido tiempo para su proyecto "de centro" y se ha autoexculpado de los resultados en Cataluña. Puesto que, según ha deslizado, las decisiones sobre la estrategia, los fichajes externos y hasta el eslogan fueron de Alejandro Fernández. No obstante ha reafirmado su apoyo al líder del PPC y a su "proyecto de largo recorrido" y ha anunciado que ha encargado un plan estratégico de recuperación del espacio perdido en Cataluña. 

En clave nacional, Casado ha blindado a su cúpula frente a las críticas -especialmente a Teodoro García Egea- y ha insistido en mantener el "rumbo" de su proyecto de "centro derecha moderado y transversal", como lo ha descrito."No solo debemos seguir en la centralidad, también debemos hacer que España lo esté, para que las elecciones vuelvan a ganarse ahí y no en los extremos", ha añadido.

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En un alegato en defensa propia, el presidente del PP ha recordado que sus antecesores -sin nombrar a José María Aznar y Mariano Rajoy- tuvieron siete años y medio para consolidar sus respectivos proyectos. "Dadas las circunstancias que atraviesa España, nosotros debemos tenerlo listo en la mitad de tiempo", ha añadido.

Asimismo ha anunciado que el partido celebrará en otoño una Convención para apuntalar su proyecto. 

No han faltado las alusiones a Vox, explícitas e implícitas: "El PP es el partido de la cabeza y el corazón, no de las vísceras. De los hombres y mujeres que ni gritan ni tienen miedo", según Casado. "El rupturismo, de los radicales a izquierda y a derecha no es mayoritario pero está organizado y activo".