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Pedro Sánchez, ante una imagen del Palacio de La Mareta
Pedro Sánchez, ante una imagen del Palacio de La Mareta

Sánchez sigue de vacaciones pese al drama de los 425 "españoles" en Afganistán

El PSOE atacó a Rajoy o Botella por no estar físicamente en incendios y otras crisis pero ahora el presidente mantiene su descanso a pesar del drama en marcha en Kabul.

| Yolanda Lorenzo España

Los civiles huyen ya despavoridos de Afganistán from ESdiarioTV on Vimeo.

La última vez que se supo de Pedro Sánchez fue el día 14, con un tuit para solidarizarse con las zonas de España asoladas por el fuego y lanzar al viento uno de los típicos mensajes repletos de lugares comunes: "Seamos responsables y prudentes ante el elevado riesgo de incendios".

Desde entonces, ni las llamas ni la ola de calor ni el precio de la luz le han hecho interrumpir sus largas vacaciones entre dos palacios, el canario de La Mareta y el andaluz de Las Marismillas. Y no será porque los incendios no fueran, para él mismo, objeto de críticas a sus rivales por su ausencia del terreno quemado.

 

En 2017, cuando Mariano Rajoy era presidente de Galicia, Sánchez montó en cólera contra él y se marchó a Nigrán y otros dos puntos calientes para cargar contra el entonces jefe del Ejecutivo y su homólogo regional, Alberto Núñez Feijoó: les exigió, literalmente, "proximidad y para demostrarles compromiso con los vecinos y vecinas".

 

 

Además de acudir a Nigrán, As Pontes y Vigo, Sánchez "para estar con la gente", Sánchez responsabilizó al PP de la hecatombe, denunciando la "falta de políticas de prevención del Gobierno" y achacando la magnitud de los fuegos a la supuesta decisión de Rajoy de "desmantelar" la legislación forestal y de montes".

Ahora ni está ni se le espera en Madrid, Ávila o Castellón, las tres zonas más afectadas por el fuego. Y tampoco en el lugar más caliente del globo, Afganistán, al menos para dirigir desde Madrid la compleja y peligrosa evacuación de los 25 españoles y 400 colaboradores afganos que tienen que salir de allí con urgencia, quizá para salvar incluso sus vidas.

El complejo dispositivo de repatriación

El dispositivo está montado, pero 48 horas después de que estallara la mayor crisis internacional en meses, Sánchez no ha anunciado que piense interrumpir su descanso para ponerse al frente del dispositivo. Algo que él y su partido hicieron en episodios como el del fuego en Galicia hace cuatro años o, antes, con el drama del Madrid Arena cuando la alcaldesa, Ana Botella, estaba de fin de semana con Aznar en Portugal.

La agenda del presidente no indica actividad alguna ni este lunes ni en los cinco días precedentes ni en las jornadas subsiguientes, aunque todo puede cambiar si el conflicto arrecia y la repatriación de los españoles se complica, algo que fuentes diplomáticas consultadas por ESdiario no descartan, a tenor del despliegue previsto, centrado en Dubái en lugar de en la propia Kabul.

 

Según la información disponible, el Gobierno enviará este lunes dos aviones A400 desde España con destino Dubái para cubrir la primera fase de repatriación del personal de la embajada, de los españoles que quedan en ese país y de todos aquellos afganos y sus familias que durante años han colaborado con nuestro país, hasta cuatro centenares se calcula.

No obstante, aún no se ha especificado cuándo saldrán estas personas de Kabul. El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, anunció el viernes el inicio de dicho plan, si bien las fuentes han confirmado que por ahora no ha comenzado la evacuación propiamente dicha, sino que se están cerrando todos los detalles con el Ministerio de Defensa, que es el que procederá a la misma.

El PSOE reprochó a Rajoy o a Botella no estar presentes físicamente en las crisis. Ahora Sánchez está de vacaciones

La evacuación, han señalado las fuentes, se producirá "en cuanto las circunstancias lo permitan", teniendo en cuenta en todo momento la seguridad de las personas a las que se prevé evacuar y con la premisa, expresada por Albares, de "no dejar a nadie atrás".

Así, la previsión es poder sacar de Afganistán a los seis españoles que se tiene constancia de que aún permanecían en el país, junto al personal de la Embajada, que actualmente se limita al embajador saliente, Gabriel Ferrán y su segundo y a los policías que la custodian. Junto a ellos, está prevista la evacuación de traductores afganos que trabajaron "codo con codo" con los españoles en los últimos años, tal y como adelantó Albares, cuya cifra exacta aún se desconoce.

La caída de Kabul

En este proceso están trabajando varios ministerios, entre ellos los de Exteriores, Defensa e Interior, con el fin de comprobar identidades y de determinar la fórmula mediante la que podrían instalarse en España ellos y previsiblemente algunos de sus familiares que les acompañen.

Los acontecimientos se han precipitado en los últimos días en Afganistán, a medida que los talibán han ido conquistando una a una prácticamente todas las capitales de provincia sin encontrarse con apenas resistencia en su camino.

Este domingo, el grupo insurgente ha anunciado que se encuentra ya a las puertas de Kabul pero ha ordenado a sus combatientes que no entren por la fuerza mientras se negocia una transición pacífica con el Gobierno, cuyo presidente, Ashraf Ghani, ya ha salido del país. Y con el miles de ciudadanos asustados por el horror que se les viene encima.

El cuñado de Cifuentes

Se da la circunstancia que entre los afectados por el abandono internacional de Afganistán está un familiar de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, según ella misma ha denunciado en un tuit en respuesta a otro del escritor Arturo Pérez Reverte en el que denunciaba la situación en que quedaba el país.

 

 

 

La crítica de Cifuentes a Sánchez coincide con una oficial del PP a la actitud del Gobierno, a quien exige más diligencia y rapidez para atender la crisis desatada y, en particular, la integridad de los españoles desplazados a ese infierno.