José Moro ante el reto de encumbrar Cepa 21

Cualquier amante del vino debería acudir a vendimiar alguna vez en su vida, pues experimentarlo es la mejor manera de comprender la gran aventura que supone lanzar una botella de vino al mercado. Además, empaparse de todo el proceso que pasa la uva desde la vid hasta nuestra mesa nos hará valorar uno de los productos estrella de nuestra gastronomía y del que somos el primer productor mundial, el vino.

En Cepa 21 saben de la importancia de transmitir al público su saber hacer, y por eso van ya por la novena edición de su Taller de Vendimia, el mejor momento para acercarse a esta moderna bodega tradicional comandada en solitario tras la pandemia por José Moro, bodeguero de raza que tras desavenencias con su hermano Javier en Emilio Moro ha decidido enfocar todos sus esfuerzos en encumbrar este proyecto que lanzaron hace más de 20 años de manera conjunta.

Tradición y cultura se dan la mano en esta experiencia que estará disponible hasta el 9 de octubre en las instalaciones de Castrillo de Duero, ya que debido al calentamiento global las vendimias se han adelantado, algo que sin embargo beneficia a Cepa 21 por la disposición y orientación de sus viñedos en pleno corazón de la Ribera del Duero, ya que así pueden evitar las perjudiciales lluvias de otoño que tanto daño hacen a las cosechas.

La autonomía de la que ahora disfruta permite a José Moro tener más libertad para aplicar su visión de negocio y sus extensos conocimientos de la vid en Cepa 21, y habiendo sido nombrado como uno de los 100 empresarios más innovadores por la revista Forbes podemos esperar grandes logros. Inconformista y apasionado, es un placer ver el entusiasmo que desprende para situar su marca en la parte alta de la tabla de los vinos de Ribera del Duero, algo para lo que tiene un enorme potencial con productos como Malabrigo u Horcajo, los dos de mayor calidad y que ya cosechan premios tan importantes como la Medalla de Plata de los Decanter World Wine Awards 2022, el concurso de vinos más influyente del mundo.

Con una producción de 750.000 botellas al año, Cepa 21 tiene como objetivo elaborar vinos de altísima calidad y cuidar al detalle todos los elementos que intervienen en la vinificación: desde la selección del terruño y la uva hasta un control pormenorizado de los procesos en viñedo y en bodega. Cuentan con cincuenta hectáreas de viñedo propio plantadas con cepas centenarias de la variedad Tinto Fino, una de las más puras del clon Tempranillo, y ello les permite crear unos vinos perfectamente reconocibles por la idiosincrasia de la Denominación de Origen que los acoge.

José Moro asegura que su objetivo es crear vinos con alma adaptados al consumidor, y tras unos años duros reconoce que el proyecto de Cepa 21 le ha insuflado nuevos ánimos y le llena de ilusión, máxime cuando su hija Carlota, cuarta generación de bodegueros, le acompaña en la aventura con los ojos y los oídos bien abiertos para aprender el oficio al detalle y poder así darle continuidad. Y esta fuerza renovada es la que garantiza el éxito de Cepa 21, pues el amor por la tierra y la pasión que le genera es lo que pretenden que encontremos al abrir cualquier botella de su bodega. A fe que lo consiguen.