Sánchez condona las millonarias deudas del procés, embajadas, TV3…

Las autonomías disparan contra el regalo de Sánchez al golpismo catalán: la condonación de 16.000 millones de su deuda con el estado. Dinero pedido a la España que les roba para mantener sus finanzas.

Pero cuando Cataluña tiene la deuda estatal más alta de España, un aspirante a presidente debería buscar el origen del quebranto. ¿Gastan mal los indepes o España les roba? Si Sánchez cree lo segundo, les ha robado desde 2018 y debe afiliarse a ERC.

Sánchez sella que la inversión publica en Cataluña debe asemejarse al peso del PIB catalán. El 19% de las inversiones debe centrarse en la rica Cataluña. Es la esencia de un gobierno progresista: dar más al que más tiene.

Pero si el preclaro líder socialista atisba que igual el Govern durante el mandato de Más, Torra, Puigdemont y Aragonés ha gastado más de lo que debía..., le toca mirar por qué. Hay partidas que debe analizar con lupa. No es que hayan sido malgastadas, algo discutible, sino malversadas. Lo dicen los jueces, fiscales y Tribunal de Cuentas.

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Sánchez ha difuminado el delito de malversación al exigir lucro del autor. Esto provoca que los indepes encausados en tales delitos, incluidos miembros de Govern, puedan no ser condenados. Y que ni siquiera deban resarcir el daño a las arcas públicas.

19 minutos de parón en Cercanias de Madrid para mantenimiento.

Pero el presidente que amaba a los golpistas aporta un nuevo capítulo. Sánchez asume sin rechistar la condonación exigida. Ni cuestiona su origen. Ni exige remedio. Lo contrario de lo que hace la UE con el dinero que presta a España. Amnistía total para todos los gastos ilegales o superfluos indepes.

El dinero condonado al Govern sirve para enjugar el dinero gastado en el 1-0 (inicialmente cifrado en 10 millones); acción exterior (competencia estatal que consume más de 300 millones sólo desde 2021, donde el alquiler de una embajada cuesta 600.000 euros anuales y se duplican ayudas en el extranjero), consulta ilegal de Artur Mas (4,9 millones), y las subvenciones enterradas en TV3 (más de 2.000 millones quemados en su mejor arma de propaganda desde Mas). Más 120 millones en publicidad institucional desde 2019. Hasta 1,6 millones anuales para su diario favorito. Y 59 millones para catalanizar videojuegos.

Sánchez ha difuminado el delito de malversación al exigir lucro del autor. Esto provoca que los indepes encausados en tales delitos, incluidos miembros de Govern, puedan no ser condenados. Y que ni siquiera deban resarcir el daño a las arcas públicas.

En 2014 cada catalán debía 8.715 euros. Hoy 10.881 euros. Un tercio del PIB catalán. “El coste en intereses de la deuda pública catalana en los presupuestos de 2022 fue de 11.361 millones de euros, un 25,49% del gasto total del presupuesto de Cataluña.”

Mas arrancó en 2012 con una deuda estatal de 8.000 millones y Aragonés se corona en enero de 2023 con 73.000 millones. Un mes después pide otros 3.000 millones. ¿España le robaba menos a la Cataluña de Pujol?

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Segundo regalo. Sánchez ya prometió al Govern en 2020 la inversión de 6.345 millones para mejorar los trenes catalanes. Ahora cede tal red a la Generalitat, pero sus sediciosos socios le hacen firmar cláusulas para que los pague.

Sánchez multiplica la inversión en trenes catalanes mientras los cercanías de Madrid colapsan cada día. 230 incidencias anuales. Qué importa. Su gobierno ni se amotina ni le debe créditos ni le presta votos.

“Priorización y calendarización anual de las actuaciones e inversiones infraestructurales previstas en el Pla de Rodalies de Catalunya, así como de otras actuaciones que resulten necesarias para la reposición de activos y mejora de las prestaciones de la infraestructura, en términos de capacidad, funcionalidad o calidad, a establecer de forma coordinada entre el Ministerio de Fomento, ADIF y la Generalitat de Catalunya.

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Y que será objeto de un compromiso vinculante de inversión para cada una de las anualidades que incluya una cláusula económica de garantía”. Sánchez traspasa trenes, pero paga las mejoras. El chollotren.

Más hechos chirrían de tal regalo. En 2019 Fomento denunciaba el tsunami ferroviario. “Los altercados se han traducido en una alteración del servicio en forma de retrasos, que suman ya unos 40.000 millones acumulados, y la consiguiente reducción en el número de los viajeros habituales de Rodalies.

Los "sabotajes y daños" en las infraestructuras ferroviarias "son constantes" desde la sentencia del 1-O, y se registran a razón de "entre cinco y seis" al día. Anunció una denuncia. Sumaban millones los daños. En octubre pasado la Generalitat fue condenada a pagar a Renfe 81 millones por gastos de su competencia. Este año iba a recibir 300 millones para trenes transferidos. Todo es poco.

Sánchez multiplica la inversión en trenes catalanes mientras los cercanías de Madrid colapsan cada día. 230 incidencias anuales. Qué importa. Su gobierno ni se amotina ni le debe créditos ni le presta votos.

Igual castigo merecen gallegos, asturianos, leoneses, vascos… Los trenes regionales del norte tardan una hora más en su recorrido que bajo Aznar (1996-2004). Y llega el AVE a Extremadura, tras 20 años, pero hay muchos tramos en los que la velocidad no pasa de los 80 km/h. La media es de 89 km/h. Y se quejan.

Para colmo, Sánchez sella que la inversión publica en Cataluña debe asemejarse al peso del PIB catalán. El 19% de las inversiones debe centrarse en la rica Cataluña. Es la esencia de un gobierno progresista: dar más al que más tiene.