Sánchez, perejil de todas las salsas
Vamos de plebiscito en plebiscito a Pedro Sánchez. Las europeas del 9J así se plantean: ¿Sánchez? El PP no tiene duda de que esa es la gran pregunta que resolverán las urnas dentro de veinticuatro días. Claro, al líder socialista, que le va la marcha, está inflado de felicidad. Y sus estrategas guiñan el ojo.
Si la democracia de audiencia es cierta, el protagonismo que adquiere el presidente del Gobierno siendo perejil de todas las salsas le da alas. Convertirlo en centro de la contienda, ciertamente, concita rechazo, pero hace que toda la izquierda acuda en su socorro. La izquierda a la izquierda de Sánchez es la que tuerce el gesto. Teme, ante tanta polarización, quedarse en los huesos. Sumar cada vez es más Restar.
Así las cosas, la campaña europea va a arrancar oficialmente con dos ejes bien definidos. Por un lado, los de Alberto Núñez Feijóo, con la catalana Dolors Montserrat en papel estelar, buscarán recordar a los españoles la corrupción sanchista y que compró su estancia en La Moncloa con una amnistía hecha desde Ginebra por Carles Carles Puigdemont para beneficiarse personalmente de ella.
Del otro, el líder del PSOE, con la ecologista Teresa Ribera colgada en los carteles, se lanza a propagar a los cuatro vientos que ha sido su política de “diálogo” y “reencuentro” quien ha desinflado el conflicto en Cataluña, ha hecho que el independentismo no tenga mayoría y, además, Pere Aragonès y Oriol Junqueras deban dejar la política. Y también, por más que se resista, el mismo Puigdemont no tenga otra que seguir el mismo camino que sus colegas del “procés”. A.M.BEAUMONT