| 05 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Rueda, incontestable vencedor del 18F, con Feijóo. Foto de Mudarra.
Rueda, incontestable vencedor del 18F, con Feijóo. Foto de Mudarra.

Con Rueda acelera Feijóo

Alfonso Rueda es el gran vencedor del torneo medieval en el que la izquierda ha convertido la campaña. Sin olvidar, claro, a Alberto Núñez Feijóo, protagonista de una transición triunfadora en el el PP de Galicia. Ademas, en su carrera con Pedro Sánchez, el líder popular este 18J ha sacado muchos metros de ventaja.

Rueda, tantos años a la sombra de Feijóo, pero con una personalidad política bien característica, hoy levanta su poder como propio, no delegado. La mayoría absoluta, bien trabajada, le da una voz particular como barón gallego, en unas siglas donde tanta importancia tiene Galicia, al margen de que el líder nacional sea igualmente de la tierra.

La mujer tras Rueda

Ciertamente, los candidatos del PP han sufrido todo tipo de ataques increíbles. El barro político ha llegado a extremos difíciles de imaginar hace pocos años.

Mención especial merece, por ello, la secretaria general del Partido Popular de Galicia y jefa de campaña, Paula Prado. Podríamos decir que es la mujer tras el éxito de Rueda.

Capaz, con personalidad, firme, inteligente, analítica, cercana, aguerrida, son algunos de los atributos que destacan de ella quienes la conocen mejor.

La hoy diputada en el parlamento gallego por La Coruña, natural de Santiago de Compostela, ha luchado hasta la extenuación para mantener bien movilizada a su parroquia. Ha tenido en su mano la vital misión de ir graduando la carrera según iba interpretando los signos, a veces contradictorios, que llegaban cada día a su mesa.

A esta hora, Prado disfruta de la miel del éxito gracias a la disciplina con que ha defendido la estrategia establecida en momentos donde mantener la calma y el control era muy complicado. Sobre todo, puesto que enfrente ha tenido un “progresismo” sin límites políticos, ni tan siquiera ya de pura educación.

El PP de Galicia ha hecho un “campañón” logrando, también, conjugar -no sin roces naturales- dos campañas paralelas como la de su número uno y la del ex presidente de la Xunta, ahora, presidente nacional de su formación. Los tres pueden levantar el pesado trofeo de la mayoría absoluta.

La clave nacional

Feijóo, con la incontestable victoria de su regional gallega, da un paso enorme hacia el destino de La Moncloa. Sin duda. Ha sabido fajarse en la campaña pidiendo el voto personalmente a sus paisanos, sin interferir en demasía, salvo algún resbalón, en el protagonismo que debía tener Rueda.

Si algo ha vuelto a comprobarse estos “días de excepción”, antes de abrirse las urnas, es que el líder popular sigue teniendo un equipo que flojea cuando más hay que dar la cara. Algunos, destacados genoveses hasta se han permitido estar desaparecidos.

Ciertamente, la entrada hace unos meses de perfiles nuevos en su Comité de Dirección fue aire fresco, que siempre es una ayuda. Aunque se trató de gente casi anecdótica, con poco recorrido hacia el exterior, al menos de momento.

Quizá sea el instante de desempolvar la figura de “vicepresidentes” del partido. Por más que no esté contemplada en los estatutos, siempre puede hacerse “invitando” a sentarse de manera permanente a alguien por su relevancia en el Comité de Dirección.

Hay dos pesos pesados, Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno, que deben tener mayor proyección nacional. La irrupción de Ayuso y Moreno en la campaña gallega ha sido muy movilizadora. Colocarlos en los órganos de Génova 13 donde se toman las decisiones que marcan el mensaje público, es un guiño muy potente que no pasaría desapercibido a los españoles.

Rodearse de los mejores es siempre una opción rentable. La gran tarea ahora de Feijóo y del PP es alcanzar la mayoría absoluta en España y, para ello, todas las manos, más aún las vitales, son necesarias.

A. MARTÍN BEAUMONT