| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.

Bolaños, ¿error o voladura calculada?

A Félix Bolaños en el PSOE lo tienen como el más listo de la clase. De hecho, es el gran consultor de Pedro Sánchez.

Pero, este miércoles, los mandatarios socialistas se miraban asombrados al ver cómo el biministro de Justicia y Presidencia había mentado la bicha, a tres días de abrirse las urnas gallegas, reconociendo, en una entrevista en Rac1, que habrá amnistía para todos los independentistas, si bien convenía aplazarla hasta que votasen los gallegos.

De frente y al natural: el retraso de la proposición de ley de amnistía no ha sido porque, en una arrebato de dignidad, el presidente del Gobierno dijera a Carles Puigdemont: “Hasta aquí hemos llegado”. Nada de eso. ¿Soberbia, toma Bolaños por tontos a los votantes de Galicia o estrategia electoral? Seguramente una mezcla.

La estrategia marcada por La Moncloa a su federación gallega en la campaña que termina ha sido suicida. Errática hasta el punto de disparar el voto útil anti-PP hacia el BNG.

La pasada de frenada socialista es de tal magnitud que no solo ya el PSOE se consuela con ser tercera fuerza parlamentaria, sino que está peleando por no caer por debajo de los diez escaños. Una debacle. Lo impensable. Es lo que tiene también convertirse en una mala copia del nacionalismo independentista, que la la gente siempre acaba prefiriendo el original.

Sin embargo, este escenario perjudica al PP de Alfonso Rueda. Al caer el Partido Socialista a niveles tan bajos, convierte al Bloque en la gran opción de la izquierda y, lógicamente, al crecer tanto, los últimos escaños del reparto que iban a ir a la cesta de los populares en parte pasan al lado nacionalista. Así que Bolaños, seguramente, no metió la pata: jugaba otra partida más del todos contra el Partido Popular. A.M.BEAUMONT