A Carlos Herrera no le gustará lo que dice Ussía sobre su candidatura futbolera

Continúa la retahíla de comentarios provocados por la decisión, ya firme, de Carlos Herrera de convertirse en candidato a las elecciones de la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Pese al desconcierto inicial, el comunicador de COPE ya ha confirmado su intención de optar al puesto en las elecciones convocadas para el próximo 24 de mayo. 

La promesa de Juanma Castaño a Herrera en su camino a presidir la Federación

Una reacción esperada ha sido la del veterano columnista Alfonso Ussía, quien, en su diaria colaboración con El Debate, ha escrito un artículo titulado directamente Carlos Herrera, en el que analiza la decisión del comunicador de COPE. 

Y para ello, comienza lanzando flores a Herrera, de quien asegura que "tiene, y bien ganada, una gran influencia social" y del que reconoce que, de ser elegido, "sería un estupendo presidente, entre otros motivos, porque no necesita del dinero del fútbol para vivir".

Sin embargo, todo lo demás son deseos de que el almeriense no se presente a las elecciones de la RFEF. Para explicarse, Ussía se retrotrae hasta el año 1991 cuando él mismo fue candidato a los comicios presidenciales del Real Madrid, cita que perdió en beneficio de Ramón Mendoza, que continuó dirigiendo el club blanco por cuatro años más. 

Los recuerdos de Ussía no pueden ser peores: su sede fue incendiada por los Ultras Sur, José María García y Paco González le atacaron desde Antena 3, "mi radio", dice Ussía, y la SER, y ni siquiera Luis María Ansón, el director de ABC, "donde yo escribía", me prestó su ayuda.

Es más, Ussía asegura que un día Florentino Pérez "me informó que se hicieron trampas en el recuento y que sumadas las trampas a los votos de los 700 fallecidos, podría haber ganado a Mendoza". "Me alegré de mi derrota, por mí, por mi familia y sobre todo, por el Real Madrid", concluye Ussía. 

Ussía, Herrera y el escándalo Negreira

Además, claro, Ussía mete el dedo en la herida al escribir sobre el club de los amores de Carlos Herrera, esto es, el Fútbol Club Barcelona, envuelto actualmente en una crisis institucional de enorme calado provocado por el escándalo Negreira. "Sucede que en el pacto traicionero de Sánchez –también del Barça– y el presumible terrorista –según la abrumadora mayoría de los fiscales– fugado en Bélgica, también incluye la salvación del Barcelona", asegura Ussía, que concluye: "El fútbol es un balón que mueven los futbolistas, que emociona a los aficionados, y que manejan desde los despachos de la UEFA y de la FIFA unos individuos con un poder omnímodo e intocable".