| 14 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Juan Carlos Moragues, candidato a la alcaldía de Gandia.
Juan Carlos Moragues, candidato a la alcaldía de Gandia.

Moragues: "Voy a convertir Gandia en una ciudad próspera y de oportunidades"

"Ser alcalde es la culminación de mi carrera política", asegura Juan C. Moragues que regresa a la primera línea. "Gandia está atascada, languideciendo y necesitamos reaccionar", sentencia.

| Á. Errazu Municipios

Juan Carlos Moragues (Gandia, 1969), economista, abogado e inspector de Hacienda, ha aceptado el reto de liderar la candidatura del PP en la capital de La Safor, un bastión de los socialistas, si bien en la actual legislatura, en amalgama con formaciones como Esquerra RepublicanaCompromís o Esquerra Unida

-Ha sido conseller con Alberto Fabra y delegado del Gobierno en la etapa de Mariano Rajoy. Ahora regresa como candidato a la alcaldía de Gandia. ¿Qué necesidad tiene un inspector de Hacienda de alto nivel volver a la escena política y en concreto a la municipal?

-Entré en política como independiente. Conseller de Hacienda y Administración Pública (2011-2015), en unos años muy complicados, en plena crisis económica, en particular financiera e inmobiliaria. En las elecciones de 2015, Alberto Fabra me puso de tres (en la lista autonómica por Valencia) detrás de él y de Rita. Por una cuestión de coherencia y compromiso con un proyecto que creo que es, sin duda, el mejor para la ciudadanía, de centro derecha, liberal con sensibilidad social, me afilié. Luego se me nombró delegado de Gobierno donde estuve tres años hasta la moción de censura que llevó a Moncloa a Pedro Sánchez.

Visto desde la barrera, lo que ha sucedido desde 2015 en la Generalitat Valenciana y en el Gobierno de España, concluyo que estamos peor, se ha gestionado muchísimo peor que cuando dejamos nosotros el Gobierno. En estos años se han subido impuestos y ha habido un infierno fiscal. De hecho, cada valenciano ha pagado 3.480 euros más en impuestos desde 2015. Se ha vuelto a sobredimensionar el sector público. El propio conseller de Hacienda Arcadi España ha reconocido que hay ineficiencias y por eso va aprobar una Ley de eficiencia del gasto público.

Hemos perdido el tren y la oportunidad de haber sustituido a Cataluña como comunidad autónoma locomotora y tractora de la economía de Mediterráneo.  Las inversiones exteriores procedentes de Cataluña, por la inestabilidad política, han ido principalmente a territorios gobernados por el PP: Madrid y Andalucía particularmente.

Desde 2018, con Pedro Sánchez como presidente, se han hecho cosas muy graves: la ley de sólo sí es sí, excarcelando agresores y violadores sexuales; la reforma penal con la eliminación del delito de sedición, con lo cual ahora mismo un golpe de Estado en Cataluña no estaría penado; la reducción de la malversación, el Estado ha estado en manos de independentistas, filoetarras y de aquellos que lo quieren liquidar y así lo reconocen. Y desde un punto de vista económico todo han sido subidas de impuestos, inestabilidad económica, trabas administrativas y el gasto público creciendo con una finalidad clientelista. Marketing, publicidad y propaganda para el rédito electoral.

Es el momento de recuperar la gestión pública por parte del Partido Popular. Se me ha brindado la posibilidad de estar en la ciudad a la que quiero, en la que nací, crecí y me hice mayor, que es Gandia y en la que ha vivido todos estos años y con la que me siento muy identificado. Es una experiencia que cierra el círculo porque he estado en política autonómica, en política nacional, como delegado del Gobierno, y ahora en política local, que es la política más cercana y más próxima al ciudadano, donde si haces un buen trabajo tu incidencia es más directa en el bienestar de tus vecinos y la gente que vive en tu ciudad.

Cada valenciano ha pagado 3.480 euros más en impuestos desde 2015

-Por regla general el tránsito es al revés. De la política local a la autonómica para acabar en la  nacional. Si le hubiesen hecho una oferta diferente a ser alcaldable, ¿la hubiera aceptado?

-Mi única aspiración es ser el alcalde de mi ciudad. Es algo que me seduce, no habría más orgullo para mí que ser el alcalde de Gandia y es una culminación de mi carrera política, siendo alcalde de mi ciudad después de haber sido conseller en la cartera más complicada en los años más difíciles en la Generalitat y habiendo sido la tercera autoridad de la Comunitat Valenciana y el máximo representante del Gobierno central en la comunidad autónoma, para cerrar y culminar mi carrera política, qué mejor guinda que ser alcalde de mi ciudad y servir a mi gente.

Cuando llevas 36 años gobernando se generan muchas disfunciones, se hace políticas clientelistas, se teje una red de intereses personales, que lo que buscan es perpetuarse en el poder

-Gandia precisamente no es una plaza fácil para el PP, sólo ha gobernado una legislatura.

-Sí, precisamente por eso. Hay mucha necesidad en Gandia de que haya un cambio. Porque en Gandia de 40 años ha gobernado 36 años el Partido Socialista con partidos más a su izquierda. Ahora mismo está gobernando con Compromís, con Esquerra Republicana del País Valencià y con Esquerra Unida del País Valencià, un bloque de partidos de izquierda y extrema izquierda y nacionalistas. Gandia necesita abrir ventanas y puertas y que corra el aire. Cuando llevas 36 años gobernando se generan muchas disfunciones, se hace políticas clientelistas, se teje una red de intereses personales que lo que buscan es perpetuarse en el poder. Precisamente esa situación lo que hace es que la ciudad esté parada, está estancada y no puede evolucionar y se queda atrás. El reto sé que es complicado, es difícil, pero es posible. Y las sensaciones son muy buenas en la calle.

-Las encuestas pintan bien para el PP, ¿también en Gandia?

-La sensación es que hemos crecido mucho, que existe posibilidad de que haya un cambio de gobierno que la gente tiene ganas. Y se valora muy positivamente el proyecto del Partido Popular liderado por mí. Esa sería la conclusión de las encuestas que están saliendo. Teniendo en cuenta que el Partido Popular en las últimas elecciones se quedó con nueve concejales y la mayoría absoluta son 13. Ciudadanos solo sacó un concejal y Vox no logró ninguno. Nos quedamos a tres la mayoría absoluta, o sea, arrancamos de un punto lejano y ahora estamos ya muy cerca, con una evolución y una tendencia muy positiva. Con una sensación de que es posible el cambio en Gandia. Es un bastión socialista histórico que pueda cambiar a un gobierno del Partido Popular.

-El PP ha decidido un nuevo de candidato a la alcaldía. No ha habido ruido en el partido.

-A mí no me gusta definirlo así. El presidente del PP de Gandia sigue siendo presidente del PP de Gandia y el portavoz del grupo municipal del Partido Popular en Gandia sigue siendo el portavoz del grupo. Ahí no ha cambiado nada. A mí quien me propone es el Comité Electoral y el Ejecutivo del Partido Popular de Gandia. La propuesta surge de Gandia, con el respaldo de la Dirección Provincial y autonómica. Más cierre de filas que ha habido, no ha podido haber. Un aterrizaje por mi parte del todo tranquilo. Y la verdad con una unión más que palpable y evidente.

-¿Le gustaría, aparte de ser alcalde, ser diputado provincial?

-Estoy centrado única y exclusivamente en ser alcalde de Gandia. Yo ya he sido conseller y delegado del Gobierno. Ser alcalde culminaría mi carrera política y es a lo que aspiro.

-¿Presidente de la Diputación?

-Estoy centrado única y exclusivamente en la alcaldía de Gandia

-¿Ya tiene pensado los integrantes de su candidatura o algunos de sus miembros?

-Tengo algo pensado, pero quiero contarlo a su debido tiempo. 

-¿Habrá algún independiente?

-Sí que los habrá. Se sabrán una vez pasadas las Fallas.

Gandia es una ciudad bandera y referente que tiene que volver a serlo. Quiero una ciudad atractiva para invertir y acogedora para vivir

-¿Qué ofrece usted diferente a la gestión del PSOE en coalición con otras formaciones?

-Regeneración democrática. Como decía antes, abrir puertas y ventanas y que corra el aire. Otra forma de gobernar y alternancia política ese es el primer punto.

Llevamos 36 años de gobiernos de izquierda y el resultado es que la ciudad está estancada, la playa está muerta más de 8 meses al año. Tenemos la mejor playa del Mediterráneo y apenas están abiertos ahora cuatro hoteles de los 22 en verano. El comercio está bajando la persiana y cuelga el cartel de “se vende” o “se alquila”. Tenemos unos problemas estructurales con el comercio que es un sector estratégico para la ciudad y no se están tomando medidas para revertir esa situación. Hace muchísimo tiempo que no viene ninguna industria a Gandia y el poco suelo industrial que hay está todavía por desarrollar y el precio del metro cuadrado es muy caro. Eso hace que no sea una ciudad de oportunidades y que se esté descolgando, está languideciendo y necesitamos reaccionar.

Gandia es la octava ciudad de la Comunidad Valenciana por población y la tercera de la provincia, tras Valencia y Torrent, con la singularidad respecto a Torrent que en verano aquí vienen 200.000 personas en la playa. Es una ciudad bandera y referente que tiene que volver a serlo. Quiero una ciudad atractiva para invertir y acogedora para vivir. En materia social, tenemos descuidados a nuestros mayores, apenas hay una plaza cada mil habitantes (89 en total), cuando por ejemplo en Torrent hay 903 y en otras ciudades hay 20 o 22 cada mil habitantes.

La ciudad la tenemos descuidada y desordenada. Falta limpieza, mantenimiento de zonas, parques y jardines públicos. Hay también problemas de ocupación. De hecho hubo un caso de unas menores fugadas de un centro bajo la responsabilidad de la Generalitat abusadas sexualmente en una vivienda que se sabía desde hace mucho tiempo, por parte del Ayuntamiento, que estaba ocupada. Hay barrios y zonas con una gran degradación y se tiene que dar respuesta a todo esto.

Puig está como mirando a otro sitio, alineado con los intereses de partido y no con los de los valencianos. No puedes cambiar tu discurso dependiendo de quien esté en Moncloa.

-Coincidió con el presidente Puig hace unos días en su ciudad. ¿Cuál es la relación que mantiene?

-Al presidente lo conozco mucho de mis tres años de delegado de Gobierno. de 2015 a 2018, y coincidíamos en muchísimos actos, si no a diario, semanalmente dos o tres veces. Yo le escuchaba muchas alocuciones aludiendo a dos conceptos: que el Gobierno central castigaba la Comunidad Valenciana por infrainversión y la infrafinanciación, pero desde que me fui de la delegación de Gobierno no ha vuelto a escuchar esos conceptos, como también hacía el conseller el Soler cuando yo era delegado. Eso sí, tengo que dejar claro que mi relación personal con ambos es buena, pero es una evidencia que cuando estaba el Gobierno central Rajoy en Moncloa los decibelios eran muy altos y el tono de reclamación era muy exigente y muy agresivo, pero ha cambiado el inquilino de la Moncloa y ha cambiado el tono y a Puig ni se le escucha. Está como mirando a otro sitio. Ya no hay ruido, ya no hay queja y ya no hay protesta. Y no puedes cambiar tu discurso dependiendo de quién esté en Moncloa porque si no al final estás alineado con tu partido político y no con los intereses de los valencianos que es lo que se le tiene que exigir a un presidente.

-Se supone que la elección de usted, más allá de la trayectoria política, es también por su perfil, porque también puede arrastrar votos del centro-izquierda

-Es a lo que aspiro. A coger votos de centro izquierda que perciban que Gandia está estancada que necesita una mejoría porque en Gandia están gobernando los mismos de siempre, los que llevan toda la vida en el Ayuntamiento gobernando y tienen un sueldo público derivado del mismo o de otras Administraciones Públicas y llevan toda la vida las mismas personas. Esas personas de centro izquierda que perciban que quieren un tipo de gestión profesional, de alguien con experiencia con formación, dicho con humildad, y que piensan que Gandia necesita un cambio, un empujón, una transformación sustancia. Quiero captar ese voto de centro izquierda. Siendo una persona como soy, muy normal, muy moderada y que estoy en política por vocación de servicio público y por ganas de ayudar y de aportar un granito de arena bien importante a mi ciudad.

Luego quiero captar y aglutinar el voto del centro derecha y apelar al voto útil. En las últimas elecciones Vox consiguió 1.500 votos, pero no llegó a tener un concejal y esos 1.500 votos se perdieron. Lo que quiero es aglutinar y concentrar todo el voto desde centro izquierda a la derecha para conseguir una mayoría absoluta y poder gobernar en la ciudad con espíritu, eso sí, dialogante.

Me interesa mucho las 17.000 personas que no fueron a votar en las últimas elecciones municipales. Esas personas que se quedaron en casa, quiero conseguir su confianza, movilizarlas, tener un porcentaje de participación muy alto y que todo ese voto se concentre en torno a mi persona.

-Tiene todos los números de la cabeza

-Sí y los he redondeado (risas)

-Ahora está compatibilizando lo que es su campaña con su trabajo como Inspector de Hacienda. ¿Va a pedir permiso para centrarse solo en la campaña?

-Estoy cogiendo días de vacaciones y cuando se acerca la campaña pues cogeré los días que me resten para hacer la campaña, porque se requiere exclusividad y dedicación completa para ello. Cuando sea alcalde los funcionarios, como inspector de Hacienda que soy, pasamos a una figura jurídica que son los servicios especiales.. Ahora mismo soy un funcionario que trabajo por las mañanas y el resto de mi tiempo lo dedicó a hacer campaña política.