Herida una persona tras el incendio de la Pirotecnia Mediterráneo

Un nuevo suceso vuelve a sacudir las instalaciones de la Pirotecnia Mediterráneo, una de las más importantes en la Comunitat, en la localidad valenciana de Vilamarxant, con un nuevo incendio, tras la explosión que hubo el pasado verano, con otro trabajado herido por quemaduras en su cuerpo. El hombre, de 33 años, ha sufrido quemaduras de tercer grado después de que un recipiente de pólvora que él mismo estaba manipulando haya sido el causante del fuego.

El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) ha movilizado para atender al herido una unidad de Soporte Vital Básico (SVB), una unidad SAMU y, posteriormente, un helicóptero medicalizado, que ha trasladado al trabajador a la unidad de quemados del Hospital La Fe de Valencia.

El fuego se ha iniciado sobre las 13.05 horas en la Pirotecnia Mediterráneo, ubicada en la partida Canyada del Tormo. Los bomberos del Consorcio han recibido a las 13.06 horas el aviso por el incendio y han desplazado al lugar dos dotaciones de bomberos de Paterna y l'Eliana, sargento de Paterna y el jefe de sector.

Los efectivos del Consorcio han trabajado en la extinción del incendio y en el control de riesgos y proteger todas las instalaciones del alrededor para evitar la propagación. Además, han establecido un perímetro de seguridad de unos 100 metros exterior a la empresa para todos los trabajadores.

Desde la empresa pirotecnica, su gerente, Antonio García, ha señalado, en declaraciones, que el fuego se ha originado en un recipiente de pólvora mientras el herido se encontraba trabajando con el mismo. Asimismo, ha apuntado que el trabajador, que se encuentra en estado leve, está recibiendo las curas pertinentes en el hospital La Fe y ha resaltado que en Mediterráneo ya han "recuperado la normalidad".

Antecedentes

El pasado verano, las mismas instalaciones registraron una explosión que acabó con dos trabajadores con el 75% y el 30% de sus cuerpos quemados. En aquel entonces, la explosión se produjo en una de las casetas aisladas donde se fabrican los productos pirotécnicos, y los escombros de la misma quedaron esparcidos por la zona, dando cuenta de la virulencia del estallido, que llegó a sentirse en el núcleo urbano de Vilamarxant, a unos cinco kilómetros.