Explosión de música en Ontinyent: mil músicos interpretan 'Chimo'

Este evento único reunió a 25 agrupaciones musicales de toda la geografía valenciana en una muestra de camaradería y talento. La interpretación de la famosa marcha mora compuesta por el maestro José María Ferrero culminó la multitudinaria Entrada de Bandas, un momento emblemático en los festejos de Moros i Cristians.

La impresionante muestra de habilidad musical resonó en la Plaça Major, donde más de mil músicos generaron una atronadora explosión de sonido durante cinco minutos. Bajo la dirección de la directora castellonense Lidón Valer, este año marcó la segunda ocasión en 36 años en que una mujer toma la batuta para dirigir la interpretación conjunta de esta pieza, que nació como un homenaje espontáneo al músico Ferrero en 1987 y se ha convertido en una parte esencial de la programación que da inicio a los días más importantes de los Moros i Cristians.

Durante más de dos horas, los músicos y las bandas se desfilaron con pasodobles por la calle Major de Ontinyent en un emocionante concierto itinerante. Las agrupaciones de las distintas comparsas morocristianas se vieron con sus mejores galas, desplegando un ritmo frenético que culminó en la Plaça Major, la cual se llenó gradualmente durante el evento.

La competencia se mezcló con la unión, ya que en la Entrada de Bandas se pudieron escuchar piezas musicales difíciles, recientes, poco conocidas e incluso inéditas. El nivel de las partituras y las actuaciones fue cada vez más notable a medida que avanzaba el evento.

El certamen coronó como vencedora absoluta a la Banda Artístico-Cultural de Montaverner en la primera categoría, con una mención honorífica para la Agrupación Musical de Agullent. En la segunda categoría, la Unión Musical de Montitxelvo se alzó con el primer lugar, mientras que la Instructiva de Alfarrasí obtuvo el segundo puesto.

Este año, la Societat de Festers introdujo novedades en el concurso, incrementando la dotación de los premios y estableciendo dos secciones de competición para garantizar la equidad. La competencia contó con bandas de música que tenían más de 35 músicos en su formación y otras con menos de 35 componentes.

A pesar del calor sofocante, el evento fue un éxito, acompañado por una brisa ligera. A lo largo del recorrido, un jurado especializado evaluó a las formaciones musicales teniendo en cuenta la dificultad, afinación, sonoridad, interpretación y uniformidad. La puntuación máxima que una banda podía obtener era de 200 puntos.

Otra novedad destacada fue la participación de la Societat Unió Artística Musical d'Ontinyent, que por primera vez se presentó a sí misma sin acompañar a ninguna comparsa. Con una formación de 120 músicos, la banda decana de la localidad interpretó el pasodoble "Krouger", dejando una huella emocionante en el evento.

Durante la retransmisión del evento, Daniel Ferrero, hijo del maestro Ferrero, propuso la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para la interpretación conjunta de "Chimo" como un acto singular en Ontinyent, reconociendo su valor y significado cultural.