“Las tendencias de moda más extravagantes y peligrosas”

Bueno, pues ahora la última tendencia es cambiar de color de ojos. Lo puso de moda una influencer que se hizo viral al someterse a una operación para cambiarse el color de ojos de marrón a azul. Luego vinieron otros detrás. La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) advierte de las consecuencias irreversibles que puede tener para la visión. Existen diferentes técnicas, una de ellas es la queratopigmentación, que consiste en introducir un pigmento que tiñe la córnea mediante láser y conseguir otra tonalidad en el iris. Según los oftalmólogos ello supone una pérdida de la transparencia de la córnea al volverse opaca y dificulta o, incluso imposibilita, tratamientos de cataratas o desprendimientos de retina…Vamos, un peligro innecesario que la SEO desaconseja.

Hablando de otro órgano, el cerebro, el más complejo y el que está implicado en todas nuestras funciones, va perdiendo células, actividad y eficacia con el paso de los años. Pero otros factores cerebrovasculares como la hipertensión arterial, el colesterol alto, diabetes, tabaco, apnea obstructiva del sueño, o la falta de descanso adecuado, la pérdida de actividad física, intelectual y social, la ansiedad o depresión, o una dieta inadecuada, marcan también el envejecimiento de nuestro cerebro. Las opciones actuales en tratar el envejecimiento cerebral y sus patologías desde un enfoque científico, nos las ofrece el equipo de neurólogos de Olympia Quirónsalud, pionero en esta materia con su programa Brain Health. Según el neurólogo Rafael Arroyo, referente nacional e internacional en enfermedades neuroinmunológicas y experto en esclerosis múltiple y el Alzheimer, se analiza de una forma individualizada y multidisciplinar a cada persona para conseguir la mejor actividad de su cerebro y así prevenir las enfermedades neurodegenerativas y cerebrovasculares, apoyándose en entrenamientos cerebrales específicos y diseñados para cada persona. Esto si me ofrece confianza y tranquilidad…

Y lo que les cuento ahora…no sé, no sé… Parece ser que existe una misteriosa terapeuta serbia que atiende de manera presencial en una clínica de Belgrado, que cura las lesiones de deportistas de élite, atletas, futbolistas y gimnastas empleando placenta de yegua. La “doctora milagro” en su web explica su método “que busca la generación del tejido muscular dañado con masaje manual con rodillo y gel original compuesto por diferentes sustancias naturalmente activas en un campo electromagnético”. El caso es que deportistas de renombre como Luka Modric, Diego Costa, Van Persey, Novak Djokovic o Cristiano Ronaldo, entre otros, han pasado por su centro médico debido a la rapidez con la que mejoran las lesiones musculares y óseas.

Más cerca de casa y volviendo a las instalaciones de la torre Caleido, Olympia, este centro acoge a especialistas de prestigio y experiencia en el tratamiento de las lesiones del deporte con la tecnología más puntera. Sus profesionales cuidan y orientan tanto a personas sanas como a aquellas con alguna patología de base, aguda o crónica, de cualquier edad, ya sea porque quieren iniciarse en la práctica deportiva o que ya son deportistas, desde los de nivel recreacional hasta los de competición de alto nivel. Se complementan con terapias regenerativas e infiltraciones guiadas por técnicas de imagen para las lesiones y patologías crónicas del aparato locomotor y en todas las lesiones deportivas. Además, permiten proporcionar todos los abordajes terapéuticos necesarios para cada etapa de la recuperación de una lesión. Definitivamente no necesitaré ir a Belgrado.

Para finalizar el Fonendo de esta semana, volveré como lo iniciaba: “auscultando” otra moda, por no decir locura…

El polvo de mono, una droga sintética que te convierte en el hombre Hulk, superhéroe ficticio creado en 1962, que aparecía en los cómics americanos. Un ser humanoide de piel verde, gigante, musculoso y con una gran fuerza física. Una exposición accidental a los rayos gamma durante la detonación de una bomba experimental, Banner, personaje de ficción que representaba un físico retraído y débil físicamente, se transforma en el Hombre Increíble. El nivel de fuerza de éste, se transmite normalmente de forma proporcional a su nivel de ira.

Esta sustancia de mono, que no es ficticia, provoca una agresividad extrema y un comportamiento sin sentido. Incluso casos de canibalismo. Además de escalofríos, sudoración excesiva, vómitos, taquicardias, paranoias, delirios, etc.

Según el prestigioso psiquiatra de infancia y adolescencia, el doctor José Luis Pedreira, Doctorado en la única Cátedra de Psiquiatría Infantil de España cum laude por unanimidad, esta droga sintética se difundió desde Australia y ha llegado al Reino Unido. Es una sustancia que impregna el sistema nervioso central alterando la sensibilidad y pudiendo originar alucinaciones y alteraciones desordenadas del comportamiento. En personas vulnerables puede desencadenar crisis psicóticas. Ya lo estamos viendo… Un peligro para quienes la consumen y para los que están a su alrededor.