| 08 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Carolina, la musa en desgracia

La Dama Fundadora le ha levantado la voz, un poco, al Gran Timonel. Y aunque no sea santa, tienen más razón que un santo. El armario de los cadáveres de Pablo Iglesias se mueve. Un poco.

| El Lector Perplejo Opinión

 

 

Es la niña bien de Podemos, más por lo de bien que por lo de niña, y una de las pruebas más fehacientes del antagonismo entre lo que dice Pablo Iglesias y lo que hace: nadie como él se llena la boca de palabras como 'democracia' o 'gente'; pero nadie como él practica el cesarismo y la purga.

Que no dejara presentarse a Podemos en las Elecciones Municipales de 2015, tras dar la brasa con el rollito 'Círculo de...' para no quemar su marca antes de las Generales; ya lo dice todo. Y que se haya pulido a patas negras como él, igual de demagogos pero menos leales al Líder Visionario, también.

Los cadáveres de Pablo

En el armario de don Pablo están los cadáveres de Errejón, de Alegre, de Tania Sánchez y de Bescansa, esa gallega de familia pudiente, de pazo tocho y tochos recursos que un día decidió ser partisana; ese término que tanto gusta a las guerrilleras de salón en Podemos, a las Ritas Maestre que lo mismo te lo juran por Snoopy que se sienten Garibaldi.

Pero hete aquí que Carolina le ha atizado un semimamporro a Iglesias, a cuento de su cantarina cercanía a los independentistas, con más razón que un santo: lo diga Agamenón o su porquero, la verdad es la verdad, y la señora Bescansa ha acertado al alzar la voz en las redes sociales más alto que a su propio bebé en la célebre estampa del Congreso.

 

 

Cuando en Podemos se critica, se critica con un guante de seda. Y cuando se responde, se responde con otro. Pero bajo tanto eufemismo perfumado está escondido el piolet de Trotsky, el arma con que Ramón Mercader asesinó al único rival de peso que le queda a Stalin, ese mito de garzones que tienen poca historia leída pero mucha historieta encima.

Ovejas negras

Apiolar es un verbo de modo en el comunismo de siempre y en el vintage, que es igual que el anterior pero adornado con bisuterías retóricas para incautos. Y aquí alguien va a ser apiolado. Pero queda el testimonio de reconocimiento, con esta respuesta perpleja, a la Dama Fundadora por decirle al Gran Timonel, aunque sea un poco, lo que casi todos pensamos: que no se puede ir de político serio en España y humedecerse las meninges con Otegi, Rufián y todo el rebaño de ovejas negras a trasquilar por la Constitución.