| 03 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros
La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros

Los ministros se lucen en su estreno: medio lustro, soeces y "producieron"

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la ministra de Educación, Pilar Alegría, han demostrado poca cultura y escasa formación con sus meteduras de pata antológicas.

| Mr. Meme Opinión

Llevan muy pocos días en sus nuevas responsabilidades, pero ya les ha dado tiempo a marcar territorio y dejar su impronta… para mal, en este caso. Hablamos del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y de la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. 

Urtasun, mano derecha de Yolanda Díaz, ha demostrado una ignorancia terrible al recordar a la escritora Gloria Fuertes en el 25 aniversario de su fallecimiento, “medio lustro”, para el político. “Hoy hace 25 años que nos falta Gloria Fuertes. Medio lustro sin una poeta y cuentista libre”, decía el ministro de Cultura en un mensaje en la red social X que luego borró. ¡Apaga y vámonos!

Si es preocupante que un ministro de Cultura crea que un lustro son 50 años en lugar de 5, no lo es menos que una ministra de Educación conjugue mal el verbo producir. Hablaba Alegría de las manifestaciones contra el Gobierno de Sánchez que “se producieron” en diversas ciudades españolas. ¡Terrible!

No menos doloroso resultó escuchar cómo la ministra de Educación y portavoz no sabe qué significa soez e ignora que es un adjetivo. Ella lo usa como sustantivo. “Hemos podido escuchar exabruptos que han salido de la boca de Miguel Tellado, insultos y soeces”, afirmó Alegría dando pena porque no fue un lapsus, lo repitió dos veces en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. 

Lo mínimo que se puede pedir a un ministro de Cultura es que sea culto y a una ministra de Educación que sepa distinguir un adjetivo de un sustantivo. Si estos son los ministros, hay que preguntarse con cierto terror cómo serán las segundas filas del Ejecutivo.