| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Ni Blanco sostiene ya a su discípulo Sánchez.
Ni Blanco sostiene ya a su discípulo Sánchez.

La traición de Pepe Blanco le da la puntilla a Pedro Sánchez

El secretario general del PSOE vive su particular “tempus horribilis”. El último en sumarse a la rebelión ha sido su protector durante años.

| Ricardo Rodríguez Opinión

Las armas permanecen empuñadas alrededor de la sede de Ferraz. Socialistas de toda clase y condición mantienen encuentros para intentar desentrañar la madeja del futuro de sus siglas. Y lo hacen en secreto, lejos de micrófonos y cámaras. Unos y otros intercambian cromos, sopesan posibilidades, maniobran en la sombra.  

 Quiera o no Pedro Sánchez, en el ambiente de profunda inestabilidad general de la política española, en puertas quizá de tener que afrontar otras elecciones generales, las aguas andan revueltas en el seno del PSOE. El temor a que la travesía del desierto les acabe sepultando en la arena o convirtiendo en perpetuos beduinos ha convencido a sus huestes de la necesidad de forzar un paso atrás de un líder que es como el niño de Los otros, un muerto que ignora que lo está. 

 Cuando uno escribe renglones torcidos, provoca espectáculos tragicómicos, entre la astracanada y la lágrima. El PSOE se le va a Sánchez de las manos y no puede contenerlo. Hasta José Blanco lo ha abandonado y, según advierten en pasillos, se ha convertido en uno de los estrategas de la rebelión al servicio de Susana Díaz, cada vez más revestida de salvadora, aun cuando haya vuelto a recular. 

 El salto de Pepe Blanco puede suponer para Pedro Sánchez un flanco inesperado, además de particularmente peligroso. Nadie llega a ser reconocido como vicesecretario general si no es un killer. Bajo su mandato, José Luis Rodríguez Zapatero purgó a todos los de Nueva Vía y los de la vieja, pero Blanco sólo fue arrancado con la espátula de las urnas del sillón.

 Entonces, Sánchez era junto a Óscar LópezCésar Luena  y Antonio Hernando, los chicos de Blanco. De hecho, les llamaban los Blanco Boys. Esto es, cercanos al otrora poderoso número dos del PSOE. Algunas voces advierten que con esta irrupción a favor de Díaz, José Blanco, no hace sino tomarse la revancha por la bofetada que recibió cuando Pedro Sánchez eludió siquiera ofrecerle el cargo de portavoz del grupo socialista en Europa en sustitución de Elena Valenciano

 Frente a las turbulencias que le zarandean, Pedro Sánchez ha encontrado todo el calor que le niegan entre sus filas en Portugal. Sueña el secretario general socialista con importar un frente "anti-PP" a la lusa. Para muchos, dentro del PSOE, un plan imposible y abocado en todo caso al fracaso. La fórmula, en todo caso, permite a Sánchez ganar tiempo. Ya se verá cuando al final del camino carezca del botín de La Moncloa y se dé de bruces con la realidad. O con una realidad empeorada.