| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Félix Bolaños, triministro y una de las puntas del tridente de Sánchez
Félix Bolaños, triministro y una de las puntas del tridente de Sánchez

Bolaños, Conde-Pumpido y García Ortiz: tres hombres y un destino

Lo más oscuro de la Legislatura es la conformación de un tridente político que se irá reuniendo para gestionar la acción política del Gobierno en conexión con los mediadores internacionales

| Fernando de Rosa Opinión

Ya hay nuevo Gobierno presidido por Pedro Sánchez. El nuevo ejecutivo lo conforman veintidós miembros, cinco de ellos de obediencia a Yolanda Díaz, pero con la característica que todos tienen su origen en el comunismo más o menos internacionalista. Desde la Moción de Censura, Sánchez ha quemado 64 ministros y ministras, aunque algunos se mantienen desde el principio pero totalmente carbonizados, como Marlaska y la cuarta vicepresidenta Montero, que pasan de afirmar una cosa a la contraria sin rubor alguno.

Pero lo importante de este nuevo consejo de ministros no es lo que se ve y, aparentemente, sucede en la mesa de la Moncloa donde se reúnen, sino que hemos de estar atentos a lo que ocurre fuera de cada uno de los ministerios.

La primera muestra de que da igual lo que cada ministro gestione ha sido el propio reconocimiento del "chusco" ministro, según sus propias palabras, Óscar Puente, que tuvo que pedir permiso al presidente de la Generalitat Pere Aragonés para poder negociar con los sindicatos ferroviarios. Una clara subordinación del Gobierno a los socios independentistas, que es el botón de muestra de la gestión que nos espera.

 

No obstante, lo más oscuro de la presente legislatura es la conformación de un tridente político que, como comité de crisis, se irá reuniendo para gestionar la acción política del Gobierno en conexión con los oscuros mediadores internacionales que mes a mes dirán sin el gobierno sanchista puede continuar.

Este tridente es el formado por el triministro Bolaños, el presidente del Tribunal Constitucional Cándido Conde Pumpido y el Fiscal General del Estado García Ortíz. Tres hombres y un destino, parafraseando el título de la obra de teatro magníficamente interpretada por José Luis López Vázquez, Manuel Aleixandre y Eduardo Antuña en el Teatro Reina Victoria de Madrid.

El Tridente tiene como misión, casi sagrada, intervenir el Poder Judicial. Sánchez ha considerado que debía de dejarse de intermediarios y darle la cartera de Justicia, de gestión de su presidencia y de control al legislativo al que efectivamente lo estaba haciendo estos últimos años y no es otro que Bolaños, verdadero Rasputín monclovita desde que se cargó al aprendiz Iván Redondo.

La otra punta del tridente es Cándido, que ha puesto en marcha una nueva versión de su obra “manchar las togas con el polvo del camino” , esta vez para declarar constitucional cualquier ley que suponga el debilitamiento del Poder Judicial y su troceamiento al gusto de los independentistas, como sin duda se está negociando con el oscuro mediador y que ya se intentó en el estatuto catalán declarado inconstitucional en su día.

El tercer miembro del Club del Tridente es Álvaro García Ortiz, cuya misión es desactivar a los fiscales que se creen que la función de la Fiscalía es la defensa del principio de legalidad, lo cual no es muy del gusto de los nuevos socios sanchistas que ya han exigido una depuración total de la carrera judicial y fiscal; para eso estará el alumno aventajado de Lola Delgado.

Al dictado de Sánchez

Al Tridente le da exactamente igual que se les condene por “desviación de poder” en su forma de actuar, que se rumoree que hacen las leyes al Gobierno para que pasen los controles constitucionales o que se apliquen de la forma que conviene al Gobierno en los Tribunales.

Evidentemente, al plan del Tridente le falta el sometimiento de jueces y magistrados, que se están resistiendo de forma ejemplar a esa acción de “poder desviado”, pero ya se ha puesto en marcha todo el plan, así los comunistas de Sumar se querellan contra el CGPJ para amedrentarlo, el desnortado PNV y Junts presentan comisiones de investigación al Congreso como aviso a los jueces de lo que les puede pasar, Conde Pumpido abronca a Juan Carlos Campo tras abstenerse en recursos de la amnistía, lo cual le honra al poner de manifiesto su honorabilidad, García Ortiz sigue con su depuración en Fiscalía eliminando cualquier sorpresa para el prófugo Puigdemont y sus investigados amigos por terrorismo.

El Tridente actúa y actuará al dictado de Sánchez y este al dictado del mediador extranjero, lo cual supone la pérdida, nunca vista, de nuestra independencia democrática. Se avecinan tiempos complicados y la resistencia del Poder Judicial es lo que permitirá que la resistencia cívica logre tumbar la oscura acción del Tridente y que sus acciones en “desviación de poder”, usando la terminología del Tribunal Supremo, no alcancen sus objetivos ya que su triunfo supondrá el fin de nuestra democracia tal como la entendieron los artífices de la Transición.