Benjamín López ahonda en las grietas del Gobierno: "Díaz boicotea a Sánchez"

El Gobierno está en descomposición. Sánchez acorralado por el ‘caso Koldo’ y por el ‘caso Begoña’, del que no dio ni una sola explicación en el Congreso este miércoles, más allá de que su mujer es una “gran profesional” y de que los medios, los políticos y los jueces fachas van a por él.

Tendrá que explicar las andanzas de Begoña Gómez en el Senado cuando el PP le llame a declarar a la Comisión de investigación, tal y como Feijóo ha confirmado que harán.

Pedro Sánchez no da abasto a tapar goteras que empiezan a ser vías de agua. Goteras dentro de su Gobierno. Hay una crisis cada vez mas indisimulada en el Consejo de Ministros entre el PSOE y Sumar, acentuada por la cercanía de las elecciones europeas.

Yolanda Díaz, arrinconada por Sánchez, busca sacar cabeza, que se la vea. Los socialistas la han mandado al rincón de pensar. Ni siquiera le dejaron lucirse con las ultimas cifras del paro y de afiliación a la Seguridad Social. Sánchez presumió de ellas y utilizó de portavoz en esta materia no a Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, sino a Elma Saiz, ministra de Seguridad Social.

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La líder de Sumar, cada vez más débil, se revuelve, claro. Sus votos tumbaron la proposición de ley del PSOE para abolir la prostitución. Primer rejonazo. Ahora el Grupo Socialista se ha visto obligado a retirar la ley de la vivienda porque Sumar, entre otros, tampoco la apoya. Segundo fracaso parlamentario en 48 horas. La debilidad del Gobierno exhibida más que nunca a poco más de 15 días para las elecciones europeas.

Tan castigada está Yolanda Díaz que Sánchez tampoco ha querido compartir con ella un pedazo de la tarta del reconocimiento de Palestina, reivindicación histórica de la izquierda a la izquierda del PSOE. El presidente del Gobierno ha querido que sea suyo ese regalo a los votantes de izquierdas. Por eso Yolanda Díaz tuvo que salir con un vídeo grabado a buscar protagonismo y decir que muy bien, sí, pero que se queda corto. Ella es partidaria de una Palestina libre, desde el río hasta el mar.

Ese eslogan, desde el río Jordan hasta el mar Mediterráneo implica borrar del mapa a Israel, que está en medio. Lo usa Hamas, lo usan otras organizaciones terroristas islámicas y lo uso incluso Bin Laden. Es impresentable que se haga eco de eso una vicepresidenta del Gobierno de España. Y es impresentable que Sánchez, como jefe del Ejecutivo, lo tolere.

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Pero es que la política exterior de nuestro presidente es un delirio continuo. Digo política exterior de nuestro presidente y no de España porque es totalmente unipersonal. Pasó con Marruecos y ha ocurrido con Argentina y Palestina esta misma semana.

Decisiones de Estado que toma él mismo, sin tener en cuenta ni a sus socios europeos ni, por supuesto, al principal partido de la oposición. Decisiones caudillistas que además tienen consecuencias. Lo de Marruecos y el Sáhara las tuvo con Argelia y el suministro de gas; lo de Argentina es una sobreactuación desmedida, el ataque de Milei a Begoña Gómez no se puede calificar de ataque a la soberanía nacional y justificar con ello la retirada definitiva de la embajadora española en ese país. Y lo de Palestina es un brindis al sol que nos aleja de nuestros socios occidentales. Israel toma nota y, sin duda, tendrá consecuencias a medio plazo.