Una familia siempre inoportuna

El fin de semana del rey Felipe en la estación de Formigal-Panticosa ha dado a lugar la consabida ola de críticas en las redes sociales y en determinados periódicos digitales, siempre prestos a poner en solfa la actividad de la Casa Real. En esta ocasión, la coincidencia con las manifestaciones de los jubilados reclamando un incremento de las pensiones y denunciando el estado de pobreza en el que viven muchos de ellos, fue la excusa para atacar a la Familia Real.

Aunque no importa el pretexto para el ataque. En realidad no hace falta que exista alguno. Hasta da lo mismo usar fotos de visitas que no corresponden a la presencia del monarca en Formigal, pues de ésta no ha trascendido. A mayor inexactitud, este fin de semana el rey fue a esquiar  solo, sin la reina ni sus hijas, en visita privada. Las fotos que se han usado son, por tanto, de estancias anteriores.

Aunque esta foto es de hace más de un año, cuando toda la familia acudió a esquiar a Astún, en los últimos días se ha dado como reciente para ilustrar el fin de semana del rey en Formigal.

Suele ser bastante cauta la Casa Real a la hora de hacer circular las imágenes de ocio o de momentos de recreo del rey y de su familia. Se está al tanto del ‘clima’ que muchos creadores de opinión, aparte de la turba anónima de las redes sociales y algunos representantes políticos (el ínclito Rufián llegó a hablar en Twitter de la “impunidad” del rey, convirtiendo el esquí en un delito, según su delirante mirada) alimentan en torno a la “vida parásita” de jefe del Estado y sus allegados. Y se intenta, hasta donde se puede, no proporcionar más pitanza. Aparte está el respeto a la intimidad del rey, que es compatible con todos los rigores de transparencia institucional que se quieran.

Aunque el rey y su familia aparecieran haciendo la compra en el híper o paseando por un parque público, también serían criticados 

Pero visto lo visto da exactamente igual los cuidados que se tengan y la delicadeza  que se ponga. Esta familia siempre resultará inoportuna y molestará a algún sufrido colectivo.

Una foto antigua

Y ni siquiera hace falta que sea unas fotos en la nieve como las que han circulado en los últimos días, que corresponden en realidad a una realizada hace más de un año, cuando toda la familia acudió a las pistas de Astún.

Aunque el rey, la reina, la princesa y la infanta aparecieran haciendo la compra en el supermercado, jugando en un parque público o tomando un aperitivo en una terraza, también serían criticados y condenados por su exceso, su falta de naturalidad o la dilapidación del erario público.

Cabría preguntarles a todos esos críticos si, con el corazón en la mano, cambiarán su vida, su libertad, sus aspiraciones y su grado de responsabilidad por los del rey, la reina, la princesa y la infanta. A ver quién le echa más demagogia a la respuesta.