Los empresarios aprietan a Rajoy y también al Gobierno de Ribó

Todo apunta a que el apoyo dado por la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana a la manifestación del 18 de noviembre, reivindicando una financiación justa para la Comunidad Valenciana, ha generado controversia en el seno del empresariado valenciano. Una protesta que tiene como destinatario el presidente del Gobierno Mariano Rajoy.

La marcha convocada por los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, con el apoyo de PSPV, Compromís y Podemos y cerca de medio centenar de entidades y asociaciones de la sociedad civil, recibió la adhesión empresarial.

Una decisión que aunque se adoptó en la Junta Directiva de la CEV, habría causado malestar en parte de sus socios. Algunos consideraran que no le corresponde al empresariado el hacer manifestaciones, ni situarse detrás de una pancarta. Un parecer, que quedó reflejado hace poco más de un mes, cuando la CEV, por medio de su presidente Salvador Navarro, firmó el manifiesto que reclama ante el gobierno central una financiación justa para la Comunitat, mientras se mostraron dudas, para respaldar una manifestación, que no ha contado  con consenso político general.

El paso dado ahora, apoyando la movilización social, supone en la práctica, que Partido Popular y Ciudadanos se queden solos y junto a ellos, una parte de la representación empresarial. Falta saber ahora, si la adhesión desde la CEV, provoca que estos reconsideren su postura.

La CEV critica al ayuntamiento de Valencia al denunciar “el cambio en las reglas de juego sobre la V-21”

Ambos partidos vienen manteniendo que esta manifestación supone “tensionar” un ambiente ya muy enrarecido, por el conflicto catalán, y que esta no sería la mejor manera de reivindicarse ante el gobierno central. Y ello, tras el compromiso alcanzado por Mariano Rajoy con Ximo Puig el 7 de septiembre de dotar a la Comunidad Valenciana, de un nuevo sistema de financiación.

La CEV crítica al tripartito municipal

La crítica al Gobierno del PP coincide ahora con la oposición de la patronal ante a última decisión tomada por el Ayuntamiento de Valencia, que preside Joan Ribó,  en materia de accesos a la ciudad.

Así con respecto a las obras de la V-21, la CEV denuncia mediante un comunicado, "el cambio de reglas de juego con la partida, que se ha alargado una década, en su recta final”. En su nota, la CEV considera  la obra “prioritaria” y “estratégica  para el desarrollo económico, el tráfico de mercancías y para la movilidad ciudadana “. Al tiempo puntualizan que esta decisión se toma a “instancias de las mismas formaciones políticas que en 2015 apoyaron el proyecto”, en alusión directa a Compromís, PSPV y Valencia en Comú.

Unas manifestaciones que van en la misma línea de lo declarado por el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna hace sólo tres días.