| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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2020: el año en que conseguiremos dirigir a nuestros dirigentes

Pese a todo, tanto la sociedad valenciana como la española  seremos capaces de fortalecernos ante las agresiones y trabajar juntos por dotar de un futuro mejor a nuestros hijos

| Sagrario Sánchez Edición Valencia

Llevamos apenas diez días del nuevo año, y ya se intuyen  grandes movimientos y problemas sociales.

Evidentemente el comienzo no puede ser más atípico en nuestro país, España: la llegada de los Reyes Magos se mezcló con la investidura del presidente del Gobierno. Seguramente no fue casualidad.  A ningún español nos ha pasado desapercibida la gran factura que para nuestros bolsillos supone el resultado del pacto.

Estamos viendo como día a día se sobrepasan todas las normas  y se supera sin ningún pudor ni vergüenza  lo que  tanto legal, como consuetudinariamente teníamos establecido como sociedad democrática. Burlándose todos los valores: la decencia, la democracia y la libertad.  

Se vulnera lo más sagrado de nuestra convivencia, el Estado de Derecho, y se infringe abiertamente la división de poderes, lo que genera una inseguridad tremenda para todos,  creando una sociedad  desconfiada y vulnerable al delito.

Lamentablemente, los valencianos ya tenemos experiencia de esa misma receta en cualquier ámbito de la gestión pública. Nuestra Sanidad, Educación y Servicios Sociales, que eran el alma y la esencia de “los gobiernos del cambio”,  se están transformando en servicios ineficaces y malos para las personas.

Sirvan como ejemplo los intentos de hacer desaparecer el castellano de las aulas, imponiendo el valenciano. Da igual lo que digan los jueces.  Ya son varias resoluciones en contra, que igual que sucede con las que atañen al presidente catalán,  se echan a la basura, sin ningún acatamiento de la orden judicial (la mayoría son sentencias).

O la falta de atención, e incluso camas, en Sanidad, como está sucediendo en  el Hospital La Fe, cuando se quitan conciertos hospitalarios y se reducen servicios.

Y muy preocupante e indignante es lo sucedido en temas sociales. A los déficits de atención y recursos, hay que añadir la falta de protección y cuidado de los menores tutelados, responsabilidad de la Generalitat, que son agredidos sistemáticamente de muy diversas maneras, sin que se ponga ningún remedio eficaz.

Pese a todo, tanto la sociedad valenciana como la española  seremos capaces de fortalecernos ante las agresiones y trabajar juntos por dotar de un futuro mejor a nuestros hijos. Por mucho que quien nos dirige se preocupe y ocupe, de contiendas personales y partidistas como nunca antes habíamos visto.

Vamos a conseguir  “dirigir a nuestros dirigentes”,  porque creo que en el siglo XXI debemos ´ser capaces de invertir la célebre frase de Quevedo: “Donde hay poca justicia, es un peligro tener razón”.