| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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La consellera Mireia Mollà junto a los dirigentes de AVA-ASAJA y LA UNIÓ de Llauradors.
La consellera Mireia Mollà junto a los dirigentes de AVA-ASAJA y LA UNIÓ de Llauradors.

Mireia Mollà pide al Gobierno central el dinero que su Conselleria ha recortado

La titular de Compromís vuelva a recortar el presupuesto en Agricultura en plena plaga del 'cotonet' en los cítricos y acude al Ministerio para pedir ayudas.

| Redacción Valencia Edición Valencia

La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, reclama por escrito al Ministerio de Agricultura la prestación de ayudas valoradas en 12 millones de euros para combatir las plagas en los campos valencianos tras recortar los presupuestos destinados a la sanidad agraria. Estas ayudas buscan hacer frente al 'cotonet' de les Valls, una plaga importada que ataca a los cítricos.

Tras continuos recortes en los presupuestos agrarios por parte de la Conselleria, Mireia Mollà ha sido consciente de la importancia de dichos.  La Conselleria, a través de un convenio con la Universitat Politècnica de València, ha trabajado en una alternativa eficaz de lucha biológica que pasa por ser la suelta del parasitoide Anagyrus pseudococci.  Pero la administración autonómica precisa un apoyo económico del Ministerio para construir insectarios destinados a la reproducción y cría del parasitoide. Es decir, sus medidas requieren la autorización del Meniterio, a quien la conselleria ha pedido "agilidad y apoyo económico".

Frente a esta situación los miembros del sector se muestran indignados ya que los presupuestos llevados a cabo por la Conselleria  se centran en  el medio ambiente y cambio climático y reducen la importancia de aspectos primordiales de la agricultura como es la sanidad agraria, la cual tiene un gran peso a nivel medioambiental.  En este sentido, la partida de sanidad vegetal en 2019 contó con un presupuesto de 22,7 millones de euros, mientras que para 2020 solo cuenta con 21,8 millones de euros; es decir, casi un millón de euros menos.

En la actualidad la preocupación se centra la plaga del ‘cotonet’,  una plaga foránea que asola los campos valencianos y para la cual el ejecutivo central y los agricultores piden el establecimiento y desarrollo de medidas de control. Así como también reclaman a Mireia Mollà su falta de colaboración financiera. 

Anteriormente Mollà se mostró orgullosa de las mejoras y el crecimiento de su ámbito, y aunque es cierto que se ha producido un crecimiento del 4% a nivel global respecto al el anterior ejercicio, este incremento se centra directamente en la Secretaría Autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica y no en la de Agricultura y Desarrollo Rural, la cual ha bajado un 3,3%. Es decir, las partidas estrictamente agrarias han disminuido en 6 millones de euros. Se trata de una reducción en unas partidas que se encuentran en manos del grupo socialista. 

Tal y como se puede apreciar en el seguido de notas de prensa y en sus intervenciones, Mollà muestra gran preocupación e implicación por el tema. Sin embargo, sus actuaciones parecen incoherentes pues, en palabras de los miembros del sector, "no da ejemplo".

Según fuentes del sector agrario valenciano, ante la situación se extiende la sensación de que la estrategia seguida por Mollá se basa en desviar la atención de sus propias responsabilidad de gobierno lanzando acusaciones contra el ministerio de Agricultura cediéndoles de esta manera todo responsabilidad y restando competencias en la materia.

Una muestra del talante y la vocación reivindicativas de la consellera la ofreció durante la manifestación por parte de AVA-Asaja y la Unió de Llauradors frente a las puertas de su conselleria con la intención de protestar contra el hundimiento de los precios de la patata y la cebolla. Ante el visible malestar de los manifestantes y de los dirigentes de las organizaciones, la máxima responsable del sector agrario valenciano bajó de su despacho para unirse a los concentrados y expresarles su solidaridad y comprensión. Sin embargo, la respuesta por parte de los asociados tendió a recriminarle su actitud al tiempo que  le recordaban su condición de consellera de Agricultura y, por tanto, sus responsabilidades en la materia.