| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Hemeroskopeion, la mítica ciudad griega en territorio valenciano

Hemeroskopeion correspondería a la actual Dénia y fue colonizada, según el geógrafo Estrabón, por los griegos de Focea, los mismos que colonizaron Rhode y Emporion

| Álvaro Comes Edición Valencia

La costa mediterránea de la península ibérica y la costa atlántica de la actual Andalucía fueron, en la Edad Antigua, un campo de acción de las potencias del Mediterráneo oriental.

Los fenicios fueron los primeros en llegar a las costas peninsulares debido a la crisis del Bronce Final en Oriente Medio, donde colapsaron la mayoría de las grandes civilizaciones, como los hititas o los griegos micénicos, mientras que otras como Egipto no volverían a recuperar el esplendor precedente.

Ante esta ruptura, los fenicios buscaron otras zonas de comercio y fueron creando pequeñas ciudades en la costa del norte de África, entre ellas Cartago. En la península ibérica fundaron Cádiz en torno al 1100 a.C., la ciudad más antigua de Occidente,  y posteriormente se expandieron por la costa mediterránea (Málaga) hasta culminar en la actual provincia de Alicante con la ciudad fenicia de la Fonteta de Guardamar. El propósito de tales ciudades era tener un acceso sencillo al mar, pero a la vez una fácil comunicación con los autóctonos con fines comerciales, sobre todo la plata.

Por otra parte, los griegos de Focea también se expandieron, si bien más tardíamente,  por la costa norte del Mediterráneo, fundando las ciudades de Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias). Ambas civilizaciones se encontrarán en territorio valenciano. No se sabe a ciencia exacta en qué punto termina la influencia griega y comienza la fenicia, aunque aparentemente ciudades como Arse (Sagunto) aún siendo íberas, tuvieron una gran influencia por parte de los griegos, como podemos ver en el alfabeto íbero.

Hemeroskopeion correspondería a la actual Dénia y fue colonizada, según el geógrafo Estrabón, por los griegos de Focea. Es decir los mismos que colonizaron Rhode y Emporion, por lo que sería una expansión más al sur con colonos procedentes de Massalia (Marsella), por aquel entonces la ciudad focense más importante del Mediterráneo occidental. Hemeroskopeion fue destruida en las guerras sertorianas, (82-72 a.C.).

El problema que suscita esta ciudad es que a pesar de ser mencionada por Estrabón o Cicerón, no se ha hallado evidencia arqueológica de la misma. Por ejemplo, se comenta que  albergó un templo dedicado a la diosa Diana en la zona del Montgó, pero no ha sido encontrado. Todo ello supone un problema para esclarecer qué fue realmente esta ciudad o incluso si llegó a existir. Después de todo, Estrabón nunca visitó la región ni pisó la península ibérica.

Esta discordancia ha suscitado diferentes teorías. Se ha barajado que Hemeroskopeion sería en realidad un nombre griego atribuido a algún accidente geográfico de importancia, por ejemplo el propio Montgó, que fuera su punto de referencia cuando sus comerciantes salían de las islas baleares para alcanzar la península. Esto explicaría que Estrabón, que se servía de fuentes indirectas de conocimiento, llegase a mencionarla como una ciudad.

Otra teoría supone la helenización o adaptación al idioma griego del nombre de la ciudad íbera de Dénia que se ha encontrado debajo de las ruinas romanas. Al igual que Sagunto, estaría influenciada comercialmente por los griegos y estos llegaron a manipular el origen de esta ciudad atribuyéndolo a la colonización de los griegos focenses de Massalia.

No sería el único caso de helenización de un nombre de una ciudad extranjera como vemos por ejemplo en Egipto, donde ciudades como Menfis, Tebas o Heliópolis son egipcias, pero con nombre griego. La diferencia entre estas y las ciudades íberas es el conocimiento de los jeroglíficos, lo cual nos ha permitido conocer su nombre autóctono, cosa que todavía no ha sucedido con el idioma íbero, ya que aún no se ha logrado traducir.

Sea como sea, la ciudad de Hemeroskopeion es uno de los mayores misterios de la antigüedad que todavía nos falta por resolver en la Comunidad Valenciana.