| 07 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero.
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero.

La delegada del Gobierno prohíbe abrir en domingo y rectifica en 24 horas

La disconformidad de la patronal CEV por no haber sido consultada ha motivado que Gloria Calero deje sin efecto su propia orden de limitación comercial.

| Julio Marín Edición Alicante

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Gloria Calero, ha tenido que rectificarse a sí misma en menos de 24 horas con motivo de la orden de limitación de horario comercial y de cierre en días festivos y domingos de los comercios con menos de 300 metros cuadrados.

Básicamente, la orden dictada ayer jueves 26 de marzo establecía que los comercios estaban obligados a cerrar sus puertas a las 19 horas con el fin de que el personal tuviera más horas de descanso. Al mismo tiempo se prohibía que abriesen en domingo y festivos los establecimientos con
menos de 300 metros cuadrados dedicados a las actividades sí permitidas en el decreto 463/2020 de 14 de marzo, del estado de alarma, como la alimentación.

Falta de diálogo y coordinación

Un día después, hoy viernes 27, la misma delegada recula en su decisión y dispone dejar sin efecto la misma resolución que firmó ayer debido a “la falta de coordinación existente entre la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo y los sectores implicados”, que dirige Rafael Climent (Compromís).

El detonante para anular la orden del jueves se encuentra en la disconformidad expresada por la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), que aglutina a las organizaciones más representativas del sector del comercio y a la Federación Mediterránea de Estaciones de Servicio (FEDMES).

La CEV expuso que en ningún momento se había consultado con los sectores implicados antes de adoptar tal decisión de cierre y explicaba que “existe una autorregulación de los sectores afectados por la Resolución que está dando una respuesta adecuada a las necesidades de abastecimiento de la población y que evita además la concentración de personas en los establecimientos comerciales que tienen un mayor margen para su organización y logística”.

Sin argumentos

La orden inicial basaba sus argumentos en la situación de presión sobre el comercio abierto al público y atendiendo a diversos factores como la necesidad de descanso de las personas que atienden presencialmente y las que sirven los productos, la necesidad de disponer de tiempo para la
limpieza y desinfección de los locales, la necesidad de reposición ordenada de las mercaderías y la necesidad de limitar los desplazamientos de la población en general. Todo ello, según la socialista Gloria Calero, hacía indispensable adoptar dichas medidas de restricción de libertad de horarios y de
apertura. Medidas que se mantendrían vigentes hasta el término del estado de alarma.

La contundente respuesta de la CEV, sin embargo, ha dejado sin argumentos a la Delegación del Gobierno, que se ha visto obligada a rectificar sus propias decisiones apenas un día después dejando al descubierto, además, la falta de diálogo con el sector.